Saramago desde adentro

AutorDiana Gutiérrez

A José Saramago todo empezó a ocurrirle en la década de 1990: recién contrajo nupcias con la periodista española, Pilar del Río; un libro suyo fue censurado; decidió exiliarse en las Islas Canarias, en compañía de su esposa, y ganó el Premio Nobel de Literatura. Su nombre significó fuera de Portugal.

Pero antes de eso, el escritor luso ya había escrito ocho novelas, cuatro obras de teatro, tres libros de poesía, un sinnúmero de crónicas en diarios portugueses. Y tenía 70 años.

La Fundación César Manrique inaugura mañana la exposición José Saramago. La consistencia de los sueños, un recorrido por la "etapa arqueológica", del autor de Ensayo sobre la ceguera, denominada así por el curador Fernando Gómez Aguilera, y situada en sus inicios con la escritura.

En exclusiva con REFORMA, Pilar del Río destaca algunos de los episodios de la vida de Saramago, ilustrados en la muestra a través de 500 documentos originales, entre obras inéditas, manuscritos, notas personales, primeras ediciones, traducciones, fotografías y videos.

"Cada etapa de la muestra tiene piezas interesantes, originales, que por sí solas tienen valor, pero lo que resume cada una es el valor que Saramago daba al trabajo bien hecho.

"Desde estudiante se ven sus cuadernos, cuando fue obrero en un taller de mecánica, más tarde, cuando empieza a escribir, siempre es ordenado, meticuloso, empeñado", dice quien es también su traductora.

Infancia

Es conocida la anécdota de que un funcionario del Registro Civil le pone el apodo del padre y su acta registra su nacimiento dos días después de la fecha real.

Estaba claro desde el primer momento que la ficción le iba a acompañar. Y la suerte. Porque de llamarse 'Sousa', que era el apellido del padre, hubiera tenido que inventarse un nombre, porque ese es tan frecuente que no identifica.

El funcionario le puso Saramago, que es el jaramago que conocemos en español, una hierba.

Para desgracia del padre, que odiaba el apodo y que tuvo que añadirlo a su nombre porque si no resultaba que el hijo tenía apellido distinto al padre y podría pensarse lo peor...

Lo de los dos días no tiene mayor importancia: una pequeña falta para no pagar la multa. Cuando José Saramago nació el padre estaba en el campo y no pudo ir a inscribirlo al registro, eso es todo".

Juventud

Entra a la escuela técnica para aprender cerrajería.

Tal vez el padre, que consiguió ser policía municipal, hubiera podido pagar los estudios del hijo, que además era tan aplicado, pero pensó...

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