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Sector 3 / Capital social desarticulado

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Vincent
AutorAlfredo Villafranca

El esfuerzo de construcción de "capital social" -concepto que integra desde la confianza, las normas y la estructuración de redes sociales en pro del bien común, hasta cualquier elemento que provoque acciones coordinadas y de servicio mutuo-, ocupa un papel cada vez más importante en las agendas públicas, en buena parte de los gobiernos del mundo. Tanto, que jactarse de tener programas de desarrollo social serio, debe incluir en ellos la existencia de capital social o, en su caso, esperar que propiciarlo sea su fin último, con total autonomía e independencia de dichos programas.

El capital social puede fomentarse, pero también se destruye continuamente, por lo que los diseñadores de políticas públicas se han enfrentado a la realidad de gobiernos que, tras logros de crecimiento económico, pasan por alto la existencia precaria de capital social e incluso, la destruyen.

Una sociedad incrédula respecto a las instituciones, con capacidad de organizarse, representa la plataforma perfecta para consolidar demandas de grupos minoritarios.

La sociedad civil organizada parecería ser la única capaz de rescatar la importancia de reconstruir el tejido social a partir del capital social. Por desgracia, este esfuerzo ha cobrado un papel equivocado en diversas administraciones públicas, de modo que no se trata de un asunto relevante bien entendido, acaso es un factor iconoclasta que debe citarse en cualquier plan de desarrollo que pretenda estar en sintonía con la realidad mundial.

No es gratuito que en los programas de desarrollo social, haya que reconocer la potencialidad de los denominados "grupos vulnerables", asumiéndolos como fuentes indiscutibles de capital social, pero al mismo tiempo, tomando decisiones ajenas o nocivas a la realidad de estos grupos que no son un cuerpo homogéneo.

Es decir, hacer programas para indígenas, mujeres, ancianos, homosexuales, y más, constructores todos de capital social, es una moda mundial. Prácticamente se trata de un requisito a seguir para cualquier gobierno que pretenda reflejar que la suya es una sociedad de la modernidad. Aunque es totalmente cierto que entre estos grupos existe una gran capacidad de construir capital...

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