Sector 3 / Solidaridad virtual

AutorAlfredo Villafranca

Las iniciativas de traspasar fronteras en el acceso a información, conocimiento y cultura a través de la web son toda una realidad. Las bondades de esta inmensa red virtual, permiten construir iniciativas de cooperación en muchos niveles. Desde blogs, páginas personales o institucionales; espacios virtuales de diversas aficiones, entre otros, que generan el intercambio de beneficios a costos verdaderamente accesibles (siempre y cuando se cuente con el equipo y el lenguaje de cómputo indispensable) y desde una perspectiva de equidad interesante.

En el ámbito de la cooperación para el desarrollo, muchas organizaciones civiles han encontrado la posibilidad de crear puentes de colaboración y redes sociales para compartir experiencias y modelos de trabajo.

Las universidades, bibliotecas, escuelas y centros educativos, propician el acceso a un conocimiento que en sí mismo es gratuito; se comparten tareas, documentos, metodologías de estudio, herramientas, ejemplos y casos de experiencias, bibliografía de todo tipo, datos, etcétera.

Así, uno puede bajar o subir en esta virtualidad-real; ideas, consejos médicos para la salud, poemas, novelas, música, partituras, modelos de negocios, lineamientos de políticas públicas, la misma enciclopedia libre de wikipedia...proyectos de todo tipo.

Pero hay más, la denominada "cooperación sin mando", el "software libre" que permiten poner en relación al ser humano con las máquinas y las máquinas entre sí, y dan la plataforma para que se pueda enlazar gran parte del intercambio de información virtual mencionado. Este software trasciende al simple derecho de los programadores y los expertos ya que implica la libertad de copiar y distribuir programas de cómputo. Lo que ha dado lugar al movimiento social del "software libre", del "copyleft".

Según Miquel Vidal (2000) esto nace en los 80, cuando la nueva industria del software se apoya en la legislación sobre la propiedad intelectual, lo que convirtió a los llamados "hackers", personas que compartían el código y cooperaban con otras, en "piratas", dado que se considera la propiedad intelectual como un derecho natural, y copiar o usar sin permisos o derechos se califica como una práctica indeseable.

En esos mismos años, nace el proyecto de Richard M...

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