Sector 3/ El Tercer Sector y la Economía

AutorPrudencio Mochi Alemán

En un artículo anterior, en esta misma columna, había centrado mi atención en los aportes que desde las ciencias sociales y, particularmente, desde la sociología relacional han hecho respecto al concepto de Tercer Sector y sus diversas acepciones. En este artículo, en cambio, abordaré los aportes hechos desde otra disciplina: precisamente desde la economía, considerándola como una de las disciplinas que más produjo aportes en sentido cuantitativo.

Dentro de esta disciplina podemos identificar dos corrientes teóricas: una de origen francés, que hace referencia al concepto de Economía social y que distingue dentro de la misma a las cooperativas, asociaciones, mutuales y fundaciones, y la segunda corriente, de origen anglosajón, que hace referencia a la categoría de Non profit e identifica a las organizaciones con orientación al bien público con fuerte componente voluntario.

Dentro de la economía social podemos identificar una visión micro y macro. En la primera se considera las formas de organización de la economía social como alternativa a la economía clásica. Comprende:

  1. Métodos alternativos de producción: autoproducción, tecnologías a bajo consumo de energía, etcétera.

  2. Nuevas formas de empresa: con fuerte participación de los trabajadores y utilidad social de la producción.

  3. Modelos alternativos de consumo: reducción de consumo, valor de uso más que de cambio, etcétera.

  4. Desarrollo local y comunitario: experiencias que se desarrollan en espacios locales.

El filón macro de la economía social, en cambio, encuentra en teóricos tales como Gorz A. (Adiós al proletariado. El Viejo Topo. Barcelona, 1982 ) y Offe C. (Partidos políticos y nuevos movimientos sociales. Sistema. Madrid, 1989) sus principales exponentes. Estos autores consideran imposible los cambios en la sociedad moderna desde una perspectiva micro y proponen reformas tales como la disminución del tiempo de trabajo o reducción de la jornada laboral a 35 horas. Los fundamentos de esta propuesta las encuentran en que las nuevas tecnologías permiten producir la misma cantidad con la mitad de trabajo y esto facilitaría, además, una distribución del trabajo, entre muchas personas sin tocar el nivel adquisitivo como indica su slogan "trabajar menos, trabajar todos" y el rédito mínimo de ciudadanía que consiste en ofrecer un ingreso mínimo a todos los ciudadanos en edad de...

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