Secuestran a 12 en banco
Reforma/Redacción
Guamúchil / Sinaloa
Lo que empezó como un asalto se convirtió ayer en un peliculesco secuestro masivo de empleados y clientes de una sucursal bancaria de esta ciudad, ubicada al norte de Sinaloa.
En escenas no vistas en la entidad desde 1988, cuando un grupo de delincuentes mantuvo en su poder durante dos días una institución similar en la ciudad de Los Mochis, frustrados asaltantes se posesionaron de la sucursal "Evora" de Bancrecer y mantuvieron como rehenes a 9 empleados y 2 clientes durante todo el día.
Según informes de las autoridades policiacas, los hechos iniciaron a las 10:00 horas, cuando cinco sujetos fuertemente armados irrumpieron en la sucursal bancaria, ubicada en la esquina de las avenidas Jesús Rodríguez y Javier Mina.
Los delincuentes llevaban pistolas de alto poder y varias maletas con el dinero; al salir se encontraron con un comando de la Unidad de Ciclistas de la Policía municipal que había acudido al lugar, a raíz de un reporte telefónico anónimo.
Dos de los asaltantes abrieron fuego contra los uniformados, tomaron como rehén al gerente Manuel Beltrán, y lograron huir a bordo de un Volskwagen Jetta, mientras el resto de la banda se pertrechó en la institución financiera.
Cuadras más adelante, los preventivos al mando del comandante Eleazar Leyja, alcanzaron y sometieron a quienes supuestamente pretendían evadirse, José Medrano Gamboa y Joel Ferrero Luna; sin embargo, después se confirmaría que eran inocentes.
Fue en ese momento en que el frustrado asalto se convirtió en un secuestro masivo, cuando el impresionante cerco de más de 100 policías que ya rodeaba a la Bancrecer, obligó a los tres asaltantes restantes a refugiarse en el lugar, escudándose con los 14 empleados de la institución.
Ramón de Jesús Castro, Procurador Estatal de Justicia; Humberto López Favela, Secretario Estatal de Seguridad Pública; Jesús Antonio Aguilar, Director de la Policía Ministerial del estado, y Reynaldo Zamorano, especialista Anti-Secuestros, entre muchos otros, sostuvieron durante todo el día un continuo diálogo telefónico con los secuestradores.
Un camioneta con cámper y tanque lleno, un camión tipo Minibús y hasta un helicóptero fueron las exigencias de los asaltantes, ninguna aceptada por las autoridades.
Fue hasta el mediodía que los plagiarios liberaron a dos empleadas -una de ellas embarazada y la otra con evidente cuadro de histeria- a cambio de comida, agua y un botiquín básico que fueron remitidos al interior.
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