'Tenemos que seguir'
| Autor | Ernesto Núñez |
Patricia Godoy volvió a nacer el 19 de septiembre.
Ese día, junto con cinco niños del Segundo B (2o. B) del Colegio Rébsamen, se quedó a dos pasos del edificio que colapsó y sepultó a 19 menores, dos maestras y cinco trabajadoras de intendencia.
"Volví a nacer, ya tengo dos cumpleaños, ya me tienen que dar dos regalos, porque la verdad fui muy afortunada, tengo un ángel de la guarda muy grande", dice miss Paty, y sus ojos se llenan de lágrimas.
No ha sido fácil para ella platicar lo que vivió en el Colegio Rébsamen. Ha pasado un mes, y aún siente tristeza, miedo, desolación...
Pero el peor día de su vida también le dejó una lección inolvidable.
"Tenemos que seguir adelante, echarle ganas, hacer lo que te gusta y dar gracias todos los días de que estás bien, de que tienes una casa, de que tienes bien a tu familia y, pues... seguir adelante, con lo que tengo que hacer, con lo que me gusta, que es dar clases".
"La lección es: todos los días de tu vida, disfrútalos, y estar bien con toda la gente, porque no sabes cuándo va a ser el último...".
Simulacro
El martes 19 de septiembre, miss Paty llegó temprano al Colegio Rébsamen. Como todos los días, los niños tenían que llegar a las 7:30, para empezar sus clases a las 7:50.
Las maestras de inglés -miss Paty, entre ellas- eran las encargadas de recibir a los niños en la bahía donde los coches paraban momentáneamente para bajar a los alumnos. Un alegre good morning era lo primero que escuchaban los niños al llegar a su escuela.
La clase de inglés empezaba a las 8:30 y terminaba a las 11:00. Ese día, a miss Paty le tocaban dos grupos; 2o. A antes del recreo y 2o. B después del recreo.
Ese orden, obra del azar, le salvó la vida.
A las 11:00 de la mañana, sonó la alerta sísmica, como ocurría cada 19 de septiembre, día nacional de Protección Civil desde el fatal 1985.
"Todos los niños sabían lo que tenían que hacer, porque lo practicábamos constantemente; los dos grupos de segundo y los dos de tercero bajábamos por una escalera, la que estaba pegada al edificio de la dirección, y de cuarto a sexto bajaban por la otra", narra la maestra.
En menos de un minuto, todos los alumnos de Preescolar y Primaria, y sus maestras, salieron de sus salones y se colocaron en la zona de seguridad, que era el patio de la escuela.
"Me acuerdo que todavía nos dijeron: 'felicidades, Primaria lo hizo en 45 segundos'".
Los alumnos de Secundaria se tardaron un poco más en llegar al patio, pues su edificio se encontraba atrás del de Primaria, y tenían que pasar por el patio techado, debajo del edificio administrativo.
"Me acuerdo que les dijeron lo de siempre: 'Secundaria está haciendo más tiempo, tienen que venir más rápido, no vengan platicando... acuérdense que esto no es juego, un día puede ser verdad'".
Los encargados de agilizar la evacuación en los simulacros y corregir a los que se tardaban más de lo indicado eran alumnos de Secundaria, pertenecientes a la brigada de Protección Civil, y correspondía a miss Bety, directora técnica de la Primaria, tomar el tiempo.
Mónica García Villegas, directora y dueña del colegio, también participó en el simulacro. Al final, dirigió un breve mensaje a la comunidad escolar.
"Recuerden que esto es serio, deben participar todos y poner atención en las instrucciones", les dijo.
Después del simulacro, todos los niños subieron a sus salones por su lunch y bajaron al recreo. A las 11:30, se formaron y regresaron a sus salones para la segunda etapa de la jornada.
Las maestras de inglés retomaron clases con su segundo grupo. Miss Claudia se...
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