El Segundo Esfuerzo/ Ningún respeto

AutorFernando Von Rossum

Amables aficionados: la historia del mariscal de Seattle, Trent Dilfer, parece resumirse en la conocida frase del comediante Rodney Dangerfield: "No consigo ningún respeto".

Dilfer, destacado exponente de las virtudes de paciencia, humildad y tolerancia, debe sentirse así, tras anunciarse su regreso a la banca a pesar de haber ganado los últimos 13 partidos que ha iniciado, incluido el pasado Súper Tazón.

Su historia profesional se inicia en 1994 al ser seleccionado por los Bucaneros de Tampa después de una brillante carrera universitaria en Fresno State, donde fue nombrado All- American. Ahí en Tampa jugó del 94 al 99, destacando la temporada del 97 cuando sus 2 mil 555 yardas y 21 anotaciones lo mandaron al Tazón Profesional.

Dilfer resintió que su carrera con los Bucaneros terminara mediante el rompimiento de una de las reglas no escritas más sagradas de los equipos de la NFL, la que expresa que ningún jugador pierde la titularidad por una lesión. Una fractura en la clavícula lo marginó un tiempo y en ese lapso se anunció como nuevo titular al joven Shaun King.

Dilfer calló y soportó ser dado de baja al final de la temporada y terminó al fin con Baltimore, un mediocre conjunto de ocho victorias que buscaba un suplente para su titular Tony Banks. Este fracasó para media campaña por lo que Dilfer entró al relevo...

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