A la segura
| Autor | Adán Tamariz |
Por su confiabilidad, precisión y rapidez, expertos aconsejan realizar las búsquedas para los trabajos escolares en las bibliotecas digitales.
Dichas bases de datos, al contener miles de artículos de revistas y libros completos disponibles para consultarse a cualquier hora a través de dispositivos electrónicos, permiten ahorrar tiempo y, al estar validadas por instituciones académicas de prestigio, se asegura la fiabilidad de los contenidos.
"Investigar (de esta manera) es más rápido y extenso, sólo se debe escribir el tema para tener una gama interesante y amplia de resultados", explica Víctor Harari, coordinador de Desarrollo de Colecciones de la biblioteca de la Universidad Iberoamericana.
"También permite acotar por idioma, por geografía y temporalidad, cosa que facilita y hace más productiva la investigación; antes era difícil con las herramientas impresas, llevaba más tiempo", agrega.
Ciro Llueca, director de la biblioteca y recursos de aprendizaje en la Universidad Abierta de Cataluña, indica que las bases de datos brindan información muy puntual sobre una gran mayoría de temas que se requieran examinar.
"La mayor parte de ocasiones, en las bases de datos, no sólo existe información relativa al documento, sino el documento mismo; es decir, no sólo hay un listado de artículos que hablan de temas, sino los artículos", señala.
"Estamos acostumbrados a los buscadores, que son muy útiles para información generalista, pero a un nivel de educación superior, las herramientas de búsqueda deben tener otras cualidades: si quieres buscar información sobre autismo, en Google encontrarás qué es el autismo, pero si quieres estudios sobre el acoplamiento de niños autistas, deberás llegar a bases de datos", añade.
Según María Asunción Mendoza, consejera técnica y ex presidenta de la Asociación Mexicana de Bibliotecarios, la competencia de las bibliotecas digitales no son los espacios físicos, sino los buscadores en internet.
"Desafortunadamente esa información no es confiable, no es pertinente y tampoco es vigente", platica Mendoza, "cuando ellos buscan en Google, por ejemplo, encontrarán 200 mil resultados, pero deben saber discriminar, mientras que en las bases de datos ya tienen una definición de confianza, sólo por estar ahí, hecha por especialistas, es información con autoridad".
Pese a la practicidad que estos espacios digitales ofrecen a los alumnos, las universidades enfrentan dos grandes retos: el costo que implica...
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