Seguridad Pública: Ventanas rotas en el DF

AutorAlberto Aguirre M.

Ocho meses después, nadie se acuerda de la polémica que suscitó el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, cuando propuso que Francisco Garduño se hiciera cargo de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.

En febrero pasado, a la nominación de Garduño siguió el rechazo del presidente Vicente Fox, constitucionalmente facultado para intervenir en las designaciones del jefe de la policía y del procurador de justicia en la Ciudad de México, asiento de los Poderes de la Unión.

El Ejecutivo federal vetó a Garduño y aceptó a Marcelo Ebrard. La duda es si López Obrador también lo consultó, cuando decidió la contratación del despacho del ex alcalde de Nueva York, Rudolph W. Giuliani, para mejorar el desempeño de la policía capitalina.

Hace casi seis meses que Ebrard habló sobre la posible contratación del ex alcalde republicano con sus compañeros de gabinete. No sabía que un año antes, López Obrador había encargado un estudio sobre los programas de seguridad pública aplicados en Nueva York por el equipo de Giuliani; que "importó" uno de sus planes más exitosos -la policía comunitaria- y lo aplicó, con la apertura de 72 coordinaciones territoriales.

El arribo inminente del equipo de Giuliani fue uno de los temas relevantes de la semana. El énfasis estuvo en los inconvenientes del programa de "Tolerancia cero" y los costos políticos de la medida. Poco se dijo de algo que López Obrador supo con el informe que obtuvo del estudio del caso de Nueva York: en Giuliani y Asociados no participan William Bratton y George Kelling, los verdaderos arquitectos de la rehabilitación policial de la Gran Urbe.

Tres días después del anuncio de la asesoría de Giuliani al Distrito Federal, Bratton fue nombrado comisionado de policía en la ciudad de Los Angeles.

El éxito del programa de rehabilitación policiaca que hizo destacar a Giuliani en Nueva York tuvo un arquitecto: William Bratton, su comisionado de policía.

Bratton, quien actualmente tiene 55 años, ha pasado las últimas tres décadas dentro del mundo policial. En Nueva York, en apenas 27 meses, logró reducir sustancialmente la incidencia delictiva a través de técnicas modernas de administración policial y de administración pública; cambió el estilo de mando que se aplicaba en la policía de Nueva York y destacó por su preocupación por dar un mejor trato a los integrantes de las corporaciones policiacas y con la población.

En la ciudad más cosmopolita del mundo aplicó el modelo que comenzó a desarrollar desde 1970, cuando se incorporó a la policía de Boston, a los 23 años. Su carrera en ese medio la había iniciado un par de años antes, en el Ejército, donde sirvió como policía militar.

En esos primeros años contactó con algunos centros académicos relacionados con la policía y la administración de justicia, como el PERF (Police Executive Research Forum) y la Escuela de Gobierno de la Universidad de...

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