Las selfies del escándalo

En una serie de fotografías tomadas ese día, Barack Obama, Helle Thorning Schmidt y David Cameron parecían unos pícaros adolescentes, posando y sonriendo, mientras muy cerca de ellos se encontraba Michelle Obama, con un semblante demasiado serio.

Y peor se puso la Primera Dama estadounidense luego de que su esposo se la pasara platicando, en exclusiva y muy divertido, con la premier danesa.

Michelle aprovechó que Barack se levantó de su asiento para sentarse en él, quedar en medio de ellos y terminar así con lo que algunos llamaron un evidente coqueteo.

Pero a pesar del ceño fruncido de Michelle, Thorning-Schmidt piensa que no hubo nada de malo en su foto del recuerdo ni en la alegría que ella y sus colegas mostraron en el funeral...

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