La Selva Lacandona: 'Un paraíso perdido'

AutorMarcela Turati

De un millón y medio de hectáreas que medía originalmente, a la Selva Lacandona sólo le quedan 500 mil y los diagnósticos no le son alentadores: A la selva Lacandona no le quedan más de 15 años de existencia, aunque los encargados de cuidarla reconocen que un incendio fuera de control podría destruirla en sólo unos días.

El destino de la selva está atado a la solución del conflicto social y político en Chiapas, protagonizado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el Gobierno federal. La ausencia de diálogo contribuye a la agonía del territorio que alberga a una cuarta parte de las especies de plantas y animales de todo el país.

La destrucción se ve, incluso, en la Reserva de la Biosfera Montes Azules, el área protegida por el Gobierno federal que alberga las 331 mil hectáreas del medio millón de selva húmeda tropical que queda y que, después de la Amazonia, es la más importante del mundo.

Dentro de Montes Azules, dispersos en 32 asentamientos, hay 20 mil personas que habitan y usan la selva de mayor riqueza biológica en México, lugar de nacimiento de los ríos Tulijá y Usumacinta, y zona considerada como la "fábrica de agua dulce" más importante del país.

Algunos están aquí desde siempre, como los indios lacandones, a quienes se declaró en la década de los setenta dueños del territorio. Los tzeltales son los más recientes inquilinos de este lugar, quienes a raíz del conflicto chiapaneco comenzaron a establecerse ahí en busca de un pedazo de tierra para sembrar.

UNA MALA COMBINACION

En este lugar la gente crece a un ritmo tan acelerado como la destrucción. La deforestación de 33 mil hectáreas anuales y la tasa de crecimiento poblacional de 9.5, son las más altas de la República.

Un ejemplo de esto se aprecia en la comunidad de "El Iluminado", donde en octubre pasado había una sola choza y a principios de este mes ya había 23 más, rodeadas de nuevas milpas sembradas donde antes había vegetación exuberante y única, además del ganado recién introducido.

En un sobrevuelo aéreo por la carpeta verde de árboles que comienza por Palenque y termina cerca de Guatemala, el director de la Reserva, Alejandro López Portillo, muestra la destrucción provocada por la comunidad "El Buen Samaritano", formada por dos chozas de techo de palma construidas apenas en 1998.

"El Buen Samaritano" es la más pequeña de las 32 aldeas asentadas en la Reserva de la Biosfera Montes Azules. El funcionario hace notar el tiradero de árboles provocado por las dos a...

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