Cuando el sendero te llama
| Autor | Mauricio Hernández |
Todos los caminos llevan a Roma, reza el dicho popular, pero hay uno de ellos que no tiene como destino a la Ciudad Eterna, sino a Santiago de Compostela, la ruta peregrina más antigua del Viejo Continente.
En este itinerario, el "camino" inicia en Roncesvalles (Navarra), en la frontera con Francia, y consta de 755 kilómetros, pero su última etapa (de sólo 115 kilómetros) puede ser un espectacular recorrido de 4 o 5 días.
DÍA 1. DE SARRIA A PORTOMARÍN (22 KM)
Son las ocho de la mañana y Marta, madrileña; Liz, venezolana; Roberta y Ángela, italianas, y un grupo de mujeres eslovacas están por iniciar su recorrido. Han terminado de desayunar en una de las cafeterías en las que, al igual que ellas, muchos peregrinos se preparan para adentrarse en la Galicia más salvaje. Con las botas bien puestas, la mochila al hombro y un bastón para apoyarse, se enfilan hacia esta parte del camino que les espera con verdes prados y pequeños puentes que cruzan riachuelos y unen senderos, así como iglesias románicas, antiguos monasterios y otros secretos que guarda el bosque gallego.
Algunas llegarán a las 14:00 horas en punto al destino; otras lo harán un par de horas después, pero todas terminarán el día descansando en alguna de las terrazas que miran hacia el embalse del río Miño.
DÍA 2. DE PORTOMARÍN A PALAS DE REI (24 KM)
Las mañanas gallegas (en primavera y verano) suelen ser frescas, pero, si no llueve y el sol acompaña, el entorno natural es espectacular, justo como el que recibe a estas peregrinas, que en su segundo día se disponen a cruzar la Sierra de Ligonde. Ahí hallarán vacas en prados verdes, aldeas con casas de piedra y bosques dignos de cuentos de hadas. Realizarán alguna parada para recobrar fuerzas. En la ruta hay cafeterías que ofrecen desayunos (café, huevos, bollos y jugo de naranja) por 3.5 euros.
DÍA 3. DE PALAS DE REI A ARZÚA (29 KM)
Descansar y dormir bien es fundamental. A este tramo se le conoce como "rompepiernas" debido a las cuestas pronunciadas que hay en sus caminos. Marta es joven y ágil, y lo logrará en sólo 5 horas, pero las demás no llegarán antes de las 18:00 horas. Eso sí: pese al cansancio, ninguna dejará pasar la oportunidad de comer, en Melide, un buen pulpo ni de tomarse una merecida cerveza antes de regresar al camino compostelano. Pero, poco antes de llegar a Arzúa, verán que otros peregrinos procedentes de distintos caminos (como el Inglés, el del Norte, o el Primitivo) también pasarán la noche ahí.
Tal será el caso...
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