De sensualidad y color

AutorCecilia Núñez

A través de las obras de Paul Gauguin es posible conocer los escenarios naturales y a los personajes de Francia y de las Islas Polinesias que -hacia finales del siglo 19 y principios del 20- inspiraron las creaciones del artista.

Las pinturas de Gauguin reproducen la que fuera la esencia de las regiones: su excentricidad, el contacto que se vivía con la naturaleza y las emociones de aquellos a quienes retrató.

En la actualidad, las creaciones de este pintor están dispersas por diversos museos y colecciones alrededor del mundo. Sin embargo, las recopilaciones más importantes se encuentran en el Museo de Orsay en París, la ciudad donde el pintor nació en 1848, y en el Museo Gauguin en Tahití, donde se encuentran 25 piezas originales. Fue en las Marquesas, las islas más vírgenes de la Polinesia, donde el pintor murió en 1903. Para llegar a la paz de aquél paraíso remoto tuvo que pasar por un sinfín de vivencias.

De titubeos impresionistas al simbolismo

Con cinco hijos y una vida acomodada gracias a su trabajo como agente en la Bolsa de París, Gauguin nunca se imaginó que su vida daría un vuelco al momento de conocer la obra del pintor Camille Pissarro.

Diez años después de haber tenido su primer acercamiento con las obras impresionistas, Gauguin decide, en 1882, dejar su trabajo en la Bolsa y seguir su nueva pasión: la pintura.

Es entonces cuando se muda con su familia a Copenhague, donde se enfrenta a la frustración de no poder equilibrar los negocios con su vida artística. Embrujado por el arte e incapaz de sostener a su mujer y cinco hijos, se separa de ellos y vuelve a París para consagrarse a la pintura.

Después de vivir un tiempo con Pissarro en Normandía, Gauguin se embarca en su primera expedición trasatlántica hacia Panamá, en 1887. Acerca de la isla de Taboga, ubicada a unos 20 kilómetros de la Ciudad de Panamá, escribe en una carta: "Está casi deshabitada y muy fértil. Yo llevo mis colores y mis pinceles y yo me empaparé de ellos lejos de todos los seres humanos".

Sus planes de "empaparse" de color no salen como él quisiera. En lugar de pintar, trabaja como obrero en la Panamá Canal Company, se enferma de fiebre amarilla y paludismo, y regresa a Bretaña algo devastado pero con la firme idea de que sólo en el Caribe se puede encontrar tal despliegue de color y sensualidad.

Vive en Bretaña, Francia, entre 1886 y 1891, donde se convierte en el líder del grupo de pintores experimentales conocido bajo el nombre de la Escuela de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR