Un sepulcro para ellos de honor
Enfoque/ Especial
El descanso eterno para algunos personajes de la historia mexicana ha devenido en un largo peregrinar y un destino incierto.
Es el caso de José María Morelos y Pavón, "El Siervo de la Nación", de San Cristóbal Ecatepec a la Catedral Metropolitana y de ahí a la Columna de la Independencia, aun cuando se ha investigado su posible paso por Francia. La pierna que el dictador Antonio López de Santa Anna perdió en una batalla fue desenterrada por "la plebe", como muestra de repudio hacia el general. Fray Servando Teresa de Mier, protagonista de la Guerra de Independencia y de los primeros años del México independiente, no halló morada eterna en el Templo de Santo Domingo y, se rumora, fue convertido en momia de circo. Más recientemente, el cerebro del candidato presidencial priista Luis Donaldo Colosio tardó dos años en reunirse con el resto de su cuerpo, sepultado en su pueblo natal en Sonora.
Los restos mortales de los héroes que escribieron la historia nacional están esparcidos por distintos puntos del país. El Monumento de la Independencia guarda los restos mortales de los protagonistas que dieron libertad a México. Tres cajas de madera y cristal contienen las cenizas de Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, Leona Vicario y Andrés Quintana Roo.
En otra vitrina se hallan cuatro osamentas, las cuales fueron exhibidas en la Alhóndiga de Granaditas. Son los cráneos de Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Aldama y Jiménez, resguardados por un féretro de cristal y plata, y fueron llevados de la Catedral Metropolitana en 1925. La tercera y última vitrina muestra una cripta con tres cajas negras con placas en plata que anuncian el contenido de los restos de Nicolás Bravo, Mariano Matamoros y José María Morelos y Pavón.
El Monumento a la Revolución guarda desde 1942 los restos de Venustiano Carranza, que previamente estuvieron en el Panteón Francés, así como los de Plutarco Elías Calles, trasladados desde el Panteón de Dolores en 1969. Asimismo, alberga los de Lázaro Cárdenas desde 1970 y los de Francisco Villa desde 1976. El Benemérito de las Américas, Benito Juárez García, descansa en una tumba del Panteón de San Fernando, mientras que Agustín de Iturbide sigue en la Catedral Metropolitana.
El siervo itinerante
De los despojos mortales del cura Morelos y Pavón, el último dato que se conoce es que descansan en la columna del Monumento a la Independencia desde 1925. Sin embargo, de 1869 a 1991 existieron hipótesis de varios...
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