Sergio González Rodríguez / Pablo Cáncer: en memoria
| Autor | Sergio González Rodríguez |
El sábado 25 de mayo pasado, llegó Rafael Pérez Gay al velatorio de mi hermano Pablo Ricardo González Rodríguez (1948-2013), quien había muerto horas antes en el Hospital General de una infección tan rara y agresiva en su sistema muscular y otros órganos que los médicos nunca pudieron identificarla. En veinte días, lo vimos enfermar y degradarse sin que hubiera acuerdo clínico sobre su padecimiento.
Rafael me dijo: "Qué extraño, algo parecido ocurrió con mi hermano José María, que está ya muy mal de salud". Horas después, Rafael y yo volvimos a encontrarnos, en el velatorio de su hermano. Rafael y yo nos conocimos en la Escuela Preparatoria Activa de la Colonia Condesa décadas atrás, y en aquella época pude conocer a José María, a quien le atraía hasta la incredulidad mi ocupación de entonces: "¿de veras tocas el bajo en un grupo de rock?", me preguntó al conocerme y notar mis largos cabellos de entonces. Le parecía admirable, o eso quiero pensar ahora.
Él nunca fue a una de las presentaciones del grupo, pero sí lo hizo Rafael, que conoció y apreció al Grupo Enigma, del que mi hermano Pablo, Pablo Cáncer, era el líder, cantante y guitarrista, al lado de un tercer hermano, Carlos Escorpión (guitarra), y Héctor Virgo, de apellido Zenil (batería). Rafael creó un relato, recopilado en uno de sus libros, en torno de un concierto de Enigma en el Teatro Ferrocarrilero al lado de la banda del mítico baterista Buddy Miles (ex músico de Jimi Hendrix), ya fallecido también, y Los Dug Dugs, de Armando Nava.
Para algunos, la transformación cultural de los años 70 en México alrededor del rock y las actividades de Enigma y otros como Nuevo México de Carlos Mata, los ya citados Dug Dugs, Peace & Love, El Ritual, Tequila, Bandido, Tinta Blanca, Medusa, Three Souls in My Mind, La Máquina del Sonido, El Epílogo, etcétera, deben sonar tan espectrales como los nombres de los generales revolucionarios y sus batallas del siglo anterior.
Aquellos años, sin embargo, se caracterizaron por la tenacidad nuestra que se expandía y pugnaba contra la intolerancia y marginalidad del autoritarismo y los dogmas, tanto del nacionalismo del Estado-gobierno, como el de la izquierda, que olvidaba el perfil progresista para privilegiar un acento moral ante el contenido liberador de la cultura rockera. Tendrían que pasar muchos años para que tales posturas se flexibilizaran.
A los 14 años de edad, Pablo fundó un grupo de rock conmigo, al cual se unirían otros amigos-músicos, en un...
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