'Siento que ha sido una docena trágica'
| Autor | Silvia Isabel Gámez |
Cuando le informaron a Sergio Estrada Parra que había obtenido el Premio Nacional de Ciencias y Artes, le invitaron también a ser el orador del acto, pero muy rápido cambiaron de opinión. "Les dije, voy a decir lo que siento, que ha sido una docena trágica. Cuando salió el Presidente Zedillo había el 0.4 por ciento del PIB para investigación (en ciencia y tecnología). ¿Sabe cuánto tenemos ahora? Lo mismo o menos". Después de un "ay, doctor", escuchó el clásico "nosotros le llamamos".
Rodeado de montañas de papeles en su cubículo de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, de la que es profesor emérito, Estrada Parra se ríe ahora de lo desorganizado del acto. A las 9 de la noche de un lunes supo del galardón, 20 horas después cruzaba Los Pinos. "Fue todo a la carrera. Ni siquiera dieron un vino de honor, unas botanitas, si no es el premio patito...".
A este pionero de la inmunología en México no le va eso de "echar florecitas". No le gusta callarse, y menos rendirse. En 1970 comenzó a aplicar el Factor de Transferencia (FT), un extracto dializado de leucocitos capaz de transmitir la inmunidad de un sujeto a otro. "Empezamos a trabajar con una crítica brutal que todavía sigue, pero ahora ya no nos importa. Nos critican médicos y gente que no sabe nada. Llevamos alrededor de 27 investigaciones publicadas, pero ni las ven".
Egresado como químico bacteriólogo del IPN, Estrada Parra estudió el doctorado en microbiología en la Universidad de Rutgers con el fundador de la inmunoquímica moderna, Michael Heidelberger. Esa formación le permitió desarrollar el inmunorregulador descubierto por Sherwood Lawrence en 1949.
"En Estados Unidos no lo aceptaron. A las compañías farmacéuticas no les convenía que hubiera un producto baratísimo. Fue mala leche, de plano".
Galardonado en el área de Tecnología, Innovación y Diseño, Estrada Parra desarrolló, a partir de un proceso mejorado del método original de Lawrence, el producto Transferon, que desde 1994 cuenta con registro en la Secretaría de Salud. El FT ha demostrado su eficacia en enfermedades alérgicas como el asma, la dermatitis atópica y las alergias; autoinmunes como la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple; infecciosas como la varicela y el herpes, y en la osteoartrosis, el VIH y diferentes tipos de cáncer.
"Es uno de los hallazgos más importantes que tenemos contra el cáncer. El FT lo agregamos a los tratamientos ordinarios. La respuesta inmune se activa inmediatamente".
Estrada...
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