Siete puños de tierra

AutorLiliana Espitia

La comunidad de Santa Cruz Meyehualco se conmocionó con la sepultura de los siete menores de edad que murieron durante un incendio en su casa de cartón y madera, el viernes en Iztapalapa.

Después de ser velados, los féretros blancos con los restos calcinados de los hermanos Diego, de 2 años; Jimena, de 4; Adriana, de 6; Brisa, de 9; y Miguel Ángel, de 13 años, fueron cargados por varias manos.

Junto a ellos iban los ataúdes de su primo Óscar, de 2, y su tío Cruz, de 14.

Los restos salieron de la vivienda en la calle Lucio Blanco, donde les habían prendido veladoras, acomodado flores y rezado durante varias horas.

En el camino hacia la Parroquia del Señor de la Santa Cruz, para una misa de cuerpos presentes, se escuchaban los sonidos de un tambor y una flauta que acompañaban el duelo de los familiares y conocidos de las víctimas.

A 13:00 horas comenzó la ceremonia religiosa en memoria de los siete menores de edad, que congregó a más de 200 personas; algunos asistentes tuvieron que escuchar la homilía desde afuera, en las jardineras y la plazuela.

"Nunca había oficiado una misa con tantos difuntos niños, de la misma familia y se siente el dolor", dijo el sacerdote.

"Tenemos que olvidar la manera tan lamentable como se fueron, lo importante es que ya están con Dios y tienen el descanso eterno".

Como se acostumbra en la comunidad, las cajas fueron regresadas al domicilio donde habían sido velados desde la tarde del sábado.

A las 15:30 horas, el cortejo fúnebre partió hacia el panteón vecinal del Pueblo de Santa Cruz Meyehualco, encabezado por familiares que cargaban una cruz con fotos de los pequeños que...

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