Siluetas del vino

AutorJosé Arrieta

Las botellas de vidrio llegaron al mundo del vino en el siglo 17, y lo hicieron para quedarse. Sustituyeron a ánforas de cerámica y odres hechos con pieles, y pronto se ganaron un sitio en el imaginario colectivo.

Aunque en la mayoría de los casos sus formas tienen que ver sólo con motivos estéticos, las siluetas de las botellas permiten deducir si el vino que guardan es blanco, tinto o un espumoso.

Sin embargo, su color sí tiene un impacto en el vino: las que tienen tonos oscuros, que van del azul al negro, pasando por el café y el verde, suelen emplearse para vinos de guarda, mientras las claras e incluso transparentes son ideales para contener vinos jóvenes.

Échale ojo a los estilos más comunes de botellas para vino.

BORGOÑA

Desarrollada en la región francesa homónima, es considerada la más antigua. Sus hombros describen una pendiente de 45 grados y, por lo regular, tiene una altura de 28.7 centímetros.

BORDELESA

Creada en Burdeos, es la más común. De forma cilíndrica y hombros marcados, es ideal para el almacenaje. Tiene una altura de 27.9 centímetros y también es conocida como clarete o frontignan.

RHIN

Originaria de la región del Rín, se trata de una botella delgada, alta y con hombros en pendiente. Su...

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