Más que un símbolo

AutorIvett Rangel enviada

QUEBEC, Canadá.- Había una vez una ciudad a las orillas de un río cuyo corazón -de piedra cobriza y cobre enverdecido- era el más deseado de todos.

Se trata de un castillo al que no sólo tienen acceso reyes, presidentes y ministros, sino también viajeros provenientes de las más lejanas tierras.

Porque esa construcción digna de un cuento de hadas es, en realidad, un hotel: el Fairmont Château Frontenac. Este edificio es el ícono indiscutible de Quebec y no hay quien se resista a retratarse con él teniéndolo como telón de fondo.

Mucho menos este año, que celebrará su 125 aniversario con exposiciones de arte y fotográficas, conciertos y, por supuesto, una gran fiesta el 18 de diciembre, día exacto de su cumpleaños.

Aquí se han hospedado las más célebres personalidades y hay algunas historias que han cobrado tanta fama como sus protagonistas, ya que son las primeras que se cuentan a los curiosos o a quien preste oídos.

Hogar de talento. El castillo está considerado el lugar en el que se descubrió a Céline Dion, de acuerdo con Maxime Aubin, marketing manager del alojamiento.

Hacia mediados de los años 80, la intérprete -conocida hasta entonces sólo en Quebec y Canadá- cantó en uno de los salones del hotel para algunos ejecutivos discográficos y firmó un contrato con una empresa estadounidense, lo que marcó el inicio de su carrera a nivel internacional.

"No podríamos hablar del castillo sin mencionarla a ella, o viceversa", expresa el directivo.

Anfitrión estratégico. En agosto de 1943 y septiembre de 1944, este lugar se convirtió en el centro de las Conferencias de Quebec de la Segunda Guerra Mundial, con el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, el primer ministro británico Winston Churchill y el primer ministro canadiense William Lyon Mackenzie King. Los acuerdos a los que llegaron los aliados fueron decisivos para ganar la guerra.

Digno de película. En 1952, el Castillo Frontenac se transformó en un set en el que Alfred Hitchcock filmó I Confess, con Montgomery Clift y Anne Baxter como protagonistas.

Y lugar de inspiración. Hace unos años, durante los labores de mantenimiento de los canales de correo, se encontró atorada -entre dos pisos-, la carta de un soldado que le pedía a su amada que lo esperara a su regreso de la guerra para casarse.

Aubin cuenta que se buscó a la destinataria para entregarle...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR