SOBREAVISO / La ocupación

AutorRené Delgado

Ante el agotamiento de la fuerza policial municipal, estatal y federal, así como de la fuerza militar nacional frente a la creciente violencia, dominio y presencia criminal en distintas regiones del país, no hay por qué darle muchas vueltas a la pregunta: ¿qué puede, ahora, ocurrir?

La secuencia lógica es ineludible: viene la ocupación amable -es un decir- del país por una fuerza militar extranjera, con o sin uniforme, que en este caso no es ni puede ser otra que la estadounidense. En esta historia es casi imposible pensar en los cascos azules.

¿Resulta escandalosa tal afirmación? De entrada lo es; de salida, no. Hay manifiestos indicios históricos, geopolíticos, diplomáticos y políticos que en esa dirección apuntan. Por lo demás, el sentido común hacia allá hace voltear.

Uno. El indicio histórico continental es claro. El Estado que tanto admira el gobierno mexicano pero con el cual, absurdamente, le irrita que se le compare, Colombia, tuvo ese curso.

Bajo la sombra de la cooperación, ese país vivió y vive -dice vivió y vive, no sufrió y sufre- esa ocupación militar. De la creciente presencia estadounidense en Colombia se pasó a la instalación de bases militares.

Si los colaboradores presidenciales mexicanos, en verdad, ven en Colombia el modelo a seguir, no pueden ocultar esta parte de la realidad a su jefe, el presidente Felipe Calderón.

Dos. La Iniciativa Mérida, que así se denomina porque al gobierno mexicano le provocaba urticaria que se llamara Plan Mérida, dada su homologación con el Plan Colombia, toma sus fondos de una partida destinada a Estados fallidos.

La propina de mil 400 millones de dólares trianuales con que Estados Unidos recompensa el esfuerzo mexicano contra los cárteles de la droga -vamos, la guerra contra el crimen-, que le cuesta a México 10 mil millones de dólares anuales, proviene de la Ley de Gastos Suplementarios.

¿Qué otros países están en esa bolsa de Gastos Suplementarios? Pues nada más que Afganistán e Iraq. Pensar que es una mera coincidencia que, ahí, estén los fondos de la Iniciativa Mérida es una inocentada. Están ahí porque conceptualmente Estados Unidos ahí ubica el motivo del gasto que les representa, así sea reducido, la ayuda destinada a la guerra de México contra la droga.

Cuando se comparan las partidas destinadas a Afganistán e Iraq frente a la que se otorga a México, se va uno de espaldas, la diferencia es abismal. Pero no puede ignorarse un detalle: en Afganistán e Iraq la presencia o...

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