Sofía Orozco / Transformados

AutorSofía Orozco

Esperanza, alegría, optimismo, concordia. No, no estoy parafraseando al Peje ni robándole su discurso; estoy tratando de enumerar algunos de los sentimientos que van quedando después del domingo pasado, en el que concurrieron las elecciones más indefinibles de la historia del México democrático.

Claro que no oculto que también hay frustración, miedo, enojo, animadversión por los mismos resultados; que si bien se dieron de una forma tan contundente que no deja lugar a dudas sobre la predilección de las mayorías, no por ello no se rompieron muchos corazones.

Hablo de esperanza, porque se perfila un posible gabinete que pueda otorgar certezas. No actos de magia, ni purificación del Estado por designio, no. Afortunadamente, no hay hechiceros ni magas entre quienes figuran para encabezar las Secretarías del próximo gobierno, sino personas con un perfil definido; imposible que sean de la simpatía de todos, pero ilusiona que tengan respaldo en un currículum. No más el compadre agrónomo dirigiendo la Secretaría de Turismo, y la esposa del compadre agrónomo en Sedesol. Profesionalizar el servicio público es un punto de inicio para intentar erradicar la corrupción, y naturalmente, para "regarla" menos.

Hay esperanza porque los otros candidatos y sus otrora poderosísimos partidos hablaron claro y directo al reconocerse perdedores de la contienda (Puebla no cuenta). Con un diferencial de puntos irremontable, poco podrían argumentar ya; aun así, esos pequeños actos de civilidad nos van cambiando la perspectiva: sí podemos aspirar a ser democráticos. Con un Congreso en donde partidos en riesgo de perder registro tendrán más diputados que el mismísimo PRI, un poco de honorabilidad y deferencia nos hará bien a todos.

Hay esperanza porque incluso los más acérrimos detractores del proyecto de nación lopezobradorista ya han aceptado y manifestado públicamente su deseo de colaborar y trabajar en pro de nuestro país. El Consejo Coordinador Empresarial se ha pronunciado con la responsabilidad debida, y más allá de disensos, esta misma semana emprendió un acuerdo de 110 mil millones de pesos para fomentar la figura del "aprendiz", y a la vez materializar la promesa de salario a 2.6 millones...

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