El sol vuelve a brillar
| Autor | Analine Cedillo |
FOTOS: AGGI GARDUÑO
LOS CABOS, Baja California Sur.- Vientos de 205 kilómetros por hora devastaron el extremo sur de la península el 14 de septiembre del año pasado, provocando el cierre temporal de decenas de hoteles, cientos de negocios y la suspensión de actividades en el aeropuerto internacional, durante poco más de un mes.
Pero como no hay mal que por bien no venga, la vida de sus habitantes y las propuestas turísticas se han ido restableciendo, poco a poco (por el corredor turístico, que va de San José del Cabo a Cabo San Lucas, aún se ven algunos hoteles y negocios en proceso de recuperación).
La tendencia entre la mayoría de los hoteles fue aprovechar el desastre para desarrollar intensas remodelaciones. También, durante los últimos meses han surgido nuevas alternativas en el destino, en plan golfista, gastronómico o aventurero.
Entre el desierto y el mar, Los Cabos está más que listo para dar la bienvenida a los viajeros.
Hoteles, restaurantes y spa
AL MAL TIEMPO, BUENA CARA
A 10 años de su estreno como uno de los hoteles de ultralujo en Los Cabos, One&Only Palmilla reabrió en abril con muchas novedades. Durante los meses que permaneció cerrado, aprovechó para hacer notables cambios en sus restaurantes, habitaciones y centros de cuidado personal y áreas comunes.
A su propuesta gastronómica se sumó el stakehouse Seared, creado por el chef Jean-Georges Vongerich-ten. Su ambiente se distingue por su calidez y su confort, con luces ámbar y discretos motivos mexicanos. Llama la atención la elegante vitrina donde se exhiben 15 diferentes tipos de cortes: rib eye, tenderloins, wagyu y kobe, entre otros.
Para cenar, se antoja sentarse en una mesa a donde llegue la brisa del Mar de Cortés. Agua by Larbi, el restaurante estrella de este hotel -comandando por el chef Larbi Dahrouch- también presume un rediseño. Luce mucho más espacioso y la cocina abierta permite curiosear mientras se preparan tortillas a mano, moles, guacamoles y cebiches.
Otra interesante reapertura es la de Esperanza Resort, parte de la colección de Auberge Resorts, cuyas casitas y suites totalmente remodeladas abrieron entre abril y junio.
Desde el Lounge Bar, la alternativa relajada para comer frente al mar -además del recién abierto cebiche bar La Pesca-, se alcanzan a ver los nuevos camastros que se colocaron dentro de la alberca hasta donde el personal llega para ofrecer bebidas refrescantes, entre otras amenidades. También hay nuevas cabañas que pueden rentarse para uso privado.
Todas las habitaciones están redecoradas elegantemente con elementos mexicanos, pero sin duda la vista hacia el Fin de la Tierra (como se conoce a la formación rocosa donde está el Arco de Cabo San Lucas) se roba las miradas.
Del lado del Pacífico, el restaurante La Frida, del hotel Pueblo Bonito Sunset, reserva una experiencia fine dining con sabores mexicanos. A Damian Padilla, el joven chef ejecutivo, le encanta inventar y, para abrir boca, a veces propone delicias como su Boquita de Frida, una combinación de mole oaxaqueño y poblano, maridado con cerveza. Entre sus comensales han estado los chefs mexicanos Enrique Olvera, Benito Molina y Paulina Abascal, entre otros.
Es verdad: comer en Los Cabos es uno de los placeres más grandes, pero no el único. La mayoría de los hoteles, especialmente los de lujo, tienen spas con deliciosos tratamientos para consentir la piel después de estar bajo el sol o relajar los músculos después de jugar golf, pescar o hacer actividades de aventura.
Una de las alternativas renovadas es el Spa Marquis, dentro del Marquis Los Cabos Resort & Spa, que pertenece a la colección The Leading Hotels of...
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