Sotto Voce / ¡Maestraza!

AutorLázaro Azar

No. No voy a hablarles de Elba Esther. Tampoco del asombro que me causó saber que declararan a Cecilia Toussaint "Patrimonio Cultural Vivo de la Urbe", sino de las más recientes razones que cimientan mi admiración y respeto por quien ha demostrado que con tenacidad, estudio y disciplina, se puede sortear el camino más adverso, conquistar el reconocimiento internacional en los foros más exigentes y hasta sembrar una pica en Flandes.

Con lo único que no ha podido, es con los prejuicios que aquí imperan.

No. Tampoco voy a hablarles sobre Yalitza Aparicio, sino sobre otra mujer a la que, clasistas que somos, también cuestionan por su físico y sus orígenes, nada más que a esta la denuestan por ser "guapa" y haber nacido "en pañales de seda", como si en México no abundaran las "niñas bien", al grado de que hasta inspiran libros consignando lo mediocre y limitado de su existencia, aunque éste, no sea el caso.

Por su escasa actividad en México, suelen tachar de "candil en la calle" a quien hoy me ocupa, ignorando todas las puertas que aquí se le han cerrado porque, tristemente, no le perdonan ser exitosa... y mujer: Alondra de la Parra.

No es para menos, recién fue reconocida como "Mujer del Año" por sus logros internacionales, que van desde su titularidad con la Queensland Symphony Orchestra, presentaciones en festivales tan aclamados como el de Verbier o el Beethovenfest de Bonn, concertar A Winter's Tale con la Royal Opera House o haber dirigido, justo en octubre pasado, la primera ceremonia de premiación de Opus Klassik ante varios millones de televidentes. 2019 le depara compromisos aún más importantes a De la Parra.

Apenas anoche, concluyó su participación en el festival Mozartwoche de Salzburgo en donde, a invitación de Rolando Villazón, concertó T.H.A.M.O.S, una espectacular producción de La Fura del Baus que traslada la acción concebida por Mozart en el Antiguo Egipto a nuestra Pirámide del Sol e incorpora hasta a los voladores de Papantla como desbordante aderezo.

Con una estética que recuerda a Luzia, aquel espectáculo por el que el gobierno mexicano...

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