Sufren en el IMSS suciedad y descuido

AutorEva Sander

SALTILLO / Coahuila A doña Manuela la mató un hospital. Por lo menos, eso es lo que cree su hijo Ubaldo. "El Seguro tuvo la culpa", dijo, tras perder a su madre una mañana. Existen muchos casos como la de doña Manuela, quien falleció por un infarto que no identificaron en la Sala de Urgencias del IMSS de la clínica dos en Saltillo, donde horas antes de su muerte acudió con dolores de pecho y la mandaron a su casa tras aplicarle sólo una inyección.

Una investigación de campo en los principales centros de atención médica del IMSS en Saltillo recabó algunas de las historias de dolor de los pacientes y comprobó la suciedad y el descuido en el que muchas veces se atiende a los enfermos que acuden al IMSS.

Los reclamos de los afectados por un mejor servicio enfrentan dos desafíos: la falta de recursos y el crecimiento en los afiliados, que mantiene saturadas clínicas y hospitales del IMSS en el estado.

Las aparentes negligencias médicas, la falta de equipo y material médico, las largas esperas, la falta de limpieza, la saturación de los espacios, la mala seguridad, y el traspapeleo de documentos personales son algunos de los problemas que enfrentan un millón 900 mil derechohabientes del IMSS en Coahuila.

En un recorrido que incluyó a los 2 hospitales generales de zona y 4 unidades médicas familiares -dos en Ramos Arizpe y dos en Saltillo- se pudo comprobar que las condiciones de estos recintos: no hay luz en los sanitarios, algunos ni siquiera tienen tapa, el aire acondicionado suele estar prendido en el piso donde se localizan las oficinas administrativas y apagado en los cuartos, los desechos tóxicos se tiran en los estacionamientos y las ambulancias son microbuses.

En los laboratorios usan como material de trabajo galones de plástico que antes contenían bebidas o agua purificada. Tampoco hay botes de basura. Cajas de cartón y contenedores de plástico de productos de limpieza sin la parte de arriba los suplen.

Algunos medicamentos, incluso del cuadro básico, simplemente no están disponibles para los derechohabientes. A veces no hay gasas, escasea la ropa de cama, las toallas de baño, los medicamentos y ni siquiera hay jabón o papel sanitario para uso de los pacientes.

A los pacientes se les permite, eso sí, comprar...

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