Sufren reclusas doble sentencia

AutorAlejandro León

Tomasa lleva seis años recluida en el Penal de Neza Bordo por homicidio calificado.

Un juez la condenó a 43 años de prisión. Nunca ha recibido una visita familiar en la cárcel, de alguno de sus cinco hermanos o de sus papás.

Desde que fue detenida, no ha vuelto a abrazar a sus cuatro hijos menores de edad.

Debido a esa situación, no hay quién le suministre los recursos económicos para pagar por su estadía en el penal.

Por ello, aprendió a coser en la cárcel. Vende a las internas bolsos que teje. En una semana puede hacer hasta tres bolsas, por cada una gana 100 pesos.

Su caso forma parte del 60 por ciento de mujeres recluidas en el Estado de México que sufren del abandono de sus familias al no recibir visitas.

En contraste, el olvido en hombres presos es apenas del 15 por ciento. Esto, de acuerdo con una estimación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Edomex, que fue compartida a este diario.

En esa entidad, hay una población carcelaria de 33 mil 136 internos, que es la más grande del País.

Tan sólo en el penal de Barrientos, en Tlalnepantla, de 308 mujeres que hay recluidas, 200 internas ya no reciben visitas familiares.

Sofía Talamantes, coordinadora del Programa de Sistema Penitenciario y Reinserción Social de la organización Documenta, señaló que, aunado a la ausencia de visitas, hay estigmas y estereotipos sobre las mujeres presas.

"Ante la sociedad, es muchísimo más grave que una mujer haya cometido un delito, que un hombre.

"En el tema de reinserción, una vez que salen las mujeres de prisión, aunque tal vez ya no tienen una sentencia...

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