Sugerencias del gourmet / Acento oriental y mexicano

AutorG.L. Othón

La creación culinaria es una de las potencialidades de la gastronomía. Chefs consagradas al estilo de Mónica Patiño se han permitido el libre uso de la imaginación, que de pronto rinde frutos en una buena parte de sus platillos. En ese sentido, pocos, muy pocos cocineros son capaces de mantener invicta su cocina ante los escollos, siempre difíciles, del paladar.

Por lo pronto, el arranque es más que prometedor con esa excelente Ensalada de pulpos y nopalitos en escabeche ($159.00), que está "salpicada" de ajonjolí blanco y negro; en tanto que la mezcla se conforma de aguacate, cilantro, orégano, zanahoria, chile verde, el marisco mencionado y los nopalitos.

Plato mexicano que tiene acentos gourmet debido a una preparación tan fina y depurada, que se come con el apetito consentido por tan buen arranque.

Para acompañar estos platos que poseen la frescura del mar, se elige un vino de la región de Galicia, un Albariño Terras Gauda 2009 ($650.00), que tiene ese color dorado tan característico y un toque que oscila entre lo afrutado y lo seco, con un aroma profundo que tiene algo de notas herbales. Un caldo de primera línea que se bebe con indudable placer.

Un plato que debe reconsiderarse en la carta del Naos es el Dim sum de cola de langosta y callo de almeja ($150.00). Se salvaría si se comiera tan sólo el bocadillo, sin el agregado brutal de la soya en la que está bañado; el problema comienza con ese primer bocado que escalda el gusto por la intensidad salina. Incomible, es uno de esos baches por los que pasan incluso los chefs afamados.

Probar ese dim sum fue sumergirse en la pesadilla de la sal, como le ocurría al personaje Taor de Mangalore en su paso por el Mar Muerto, en la novela Los Reyes Magos de Michel Tournier.

Se requiere agua para salvar semejante situación, y pasar a la Sopa de pescado y pulpo en verde ($143.00), que además lleva almeja, camarón y un toque de chile. Las cosas vuelven a su cauce y el platillo recupera la dignidad del Naos. Sazonada con la calidad acostumbrada, se come con deleite y sin reparo alguno.

Una prueba de fuego es un Robalo a la veracruzana ($295.00). Plato tradicional que tiene todos los méritos, sobre todo porque el pescado tiene la frescura necesaria así como la salsa...

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