Sugerencias del gourmet / Un espacio con aires del Sena

AutorG.L. Othón

Francia tiene un lugar de privilegio en su gastronomía.

Una es la cocina del lujo exquisito, que se practica en los "templos culinarios", y otra, la que se remite a lo cotidiano, a lo casero y que a veces se encuentra en los bistrots tradicionales.

Le Thym procura acercarse a este último concepto a través de platos típicos, indispensables y emblemáticos de la coquinaria gala.

La degustación comienza con un plato italiano que ha ingresado al menú internacional: Carpaccio de res ($140.00), que se sirve con arúgula y queso parmesano.

El corte de la carne es correcto y la hortaliza está fresca, lo único malo es el sustituto de parmesano por un queso uruguayo que está en las antípodas del majestuoso reggiano.

Podría decirse, sin lugar a dudas, que este producto chicloso y de feo sabor descompone la entrada, lo ideal es suprimirla hasta que se consiga un parmesano auténtico.

Con algo de desconsuelo por el carpaccio, llega a la mesa una Sopa de cebolla gratinada ($80.00).

¿Quién podría prescindir de la tradicional sopa? La verdad muy buena.

Ya el romántico Gerard de Nerval en sus "Noches de París" comentaba que los mendigos acudían a los rumbos de la iglesia de Saint Eustache en pos de un tazón de esa mezcla revivificante.

En Le Thym está preparada con excelencia.

Se come sin intermedios y con la calidad a cuestas.

Luego vendrá la Boullabaise ($260.00), que admite una sabrosa corrección.

Platillo provenzal, este caldo de pescados debe conjugar los matices de los incluidos en el plato.

Mediterráneo sin más, la boullabaise se prepara con aceite de oliva, jitomate, cebolla, hinojo, azafrán y una diversidad de pescados.

En el restaurante Miramar, de Marsella, uno de sus lujos es que los pescados se partan en presencia del comensal.

En Le Thym llega lista a la mesa pero, debe decirse, que está bastante bien.

Del vino se ha elegido un Jardín Secreto 2008 ($700.00), un tinto elaborado con uva Tempranillo del Valle de Guadalupe, en Baja California.

Su color es rojo granate, y tiene un aroma intenso y tan potente como su cuerpo; en su gusto están los frutos rojos maduros.

Un caldo equilibrado que acompaña una comida abundantemente condimentada.

Uno de los platillos galos que recorrió el mundo fue el Magret de pato a la naranja o Canard a l'orange ($310.00).

En este caso está espléndido.

El ave conserva su carne tierna por el cuidado en el cocimiento; la salsa de naranja es dulce sin llegar a los empalagos que a veces llegan en algunos restaurantes...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR