Sugerencias del gourmet / Con historia

AutorG.L. Othón

Las instalaciones del San Ángel Inn formaron parte de un inmueble carmelita. La hacienda, integrada por Ramón Goicochea en 1776, se convirtió luego en un lujoso espacio gastronómico.

Llegar al San Ángel Inn, por Altavista, es adentrarse en una parte de la historia nacional. La construcción atrapa por su belleza, además su establecimiento como restaurante estuvo a la altura y, por ello, durante años ha sido uno de los referentes de la Ciudad.

Uno de los platillos que debe pedirse en este lugar son las Tostadas de pata de res ($168.00), que se sirven con ralladura de queso parmesano. Esto las integra a un paladar de gourmet, pues el lácteo les otorga un sabor más refinado, además la preparación de la pata es digna de llamarse manjar.

Otro plato para comenzar la degustación es el Consomé al jerez ($80.00), que también está preparado con elegancia y sabrosura. Ambos platillos son parte de lo que se haría en México y en España, aquí lo rescatable consiste en que los dos funcionan más allá de su sencillez.

Para acompañar se ha pedido un vino blanco, Graffigna Centenario Pinot Grigio 2013 ($545.00), este argentino tiene matices de durazno, albaricoque y por ahí anda un toque de jazmín. Es una bebida que refresca, está equilibrada y es posible captar aromas florales y frutales.

Una preparación que tiene algo de casero es la Crema de almeja ($120.00). Al principio, desconcierta, pero en la medida en que se saborea adquiere mejores cartas y al final queda como una preparación plena de matices.

Al llegar a los platos fuertes, lo mejor es pedir un Chile en nogada ($198.00). Su invención gastronómica se debió a un homenaje a Agustín de Iturbide. En el restaurante está correcta la crema con las nueces...

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