Sugerencias del gourmet / Interpretación desafortunada

AutorG.L. Othón

El poke, platillo tradicional hawaiano, invadió hace un par de años las grandes capitales del mundo. Es una de esas tendencias que probablemente se quede en el gusto de la gente, pues combina influencia asiática y comida sana en un tazón. Tiene además la gran virtud de ser personalizable, dando así la opción de tener variedad con sólo un puñado de ingredientes.

Su nombre literalmente quiere decir cortar de manera sesgada en pedacitos, refiriéndose a cómo preparaban los primeros pobladores de Hawai el atún recién pescado. Se combinaba con sal y algas, un poco de una nuez local molida, y ya.

Con el tiempo y la influencia asiática, se agregó salsa de soya, cebolla y aceite de ajonjolí, pero el secreto está en la marinada y la frescura del pescado. Curarlo con un poco de sal le da firmeza, y al ser combinado con otros ingredientes, se le añade textura e interés.

La Ciudad de México no ha escapado a la tendencia y han surgido varios lugares con esta propuesta, por eso se visita uno de ellos en las Lomas de Chapultepec. El lugar es pequeño, se nota una muy buena inversión en la decoración minimalista y la pequeña cocina abierta.

La carta se lee como un mal chiste. Listan diez opciones de proteína repitiendo los mismos complementos para todas, salvo mínimas variaciones. En otros lugares se ofrecen, en diferentes apartados, bases, salsas y complementos para que los comensales armen propuestas a su antojo.

Un verdadero insulto resultó el hamachi yuzu kosho ($285). Se solicita como base arroz integral, frío y duro, incomible. La cantidad de pescado difícilmente llega a los 100 gramos. Efectivamente tiene edamame, pepino, algas y cebollín. No está la raíz de loto prometida y las hortalizas de temporada son espinacas sin aderezo. Hay también un pedazo de aguacate que dejó porque la mitad estaba negra. Nada tiene salsa, marinado o interés.

Peor aún fue el salmon classic poke ($185). Tenía el mismo aserrín de arroz e ingredientes insulsos. Muy grave, el salmón no...

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