Sugerencias del gourmet / Probar todo

AutorG.L. Othón

Una de las reglas de oro de un restaurante es verificar los alimentos antes de llevarlos a los comensales.

Suena increíble siquiera mencionarlo. El gourmet pensaría que esa idea no desafía a la lógica, pero si así fuera, se ahorrarían muchos desaguisados.

El problema empezócon la soya "preparada" puesta en la mesa.

El restaurante es una sucursal de varios que tienen comida japonesa nada ortodoxa pero agradable. Ciertamente está en un lugar privilegiado: una casona enfrente de los parques de Polanco. Arquitectónicamente es muy atractivo y tiene una gran terraza para fumadores que impresiona así como varias mesas de teppanyaki con equipos que deslumbran.

De regreso a la soya, tiene un marcado sabor a sazonador artificial en altas concentraciones que trae a la mente ideas de lanzamientos por los ventanales hacia el parque. Imposible pretender comer algo para cumplir la función que tiene la soya en el sushi: acentuar ligeramente el sabor del pescado, no del arroz. El sushi es un arte de sutilezas.

Este restaurante fue el que empezó la práctica de ofrecer a los comensales además chiles toreados, cebollín y otros aditamentos para la salsa. Eso no se critica, es un país libre, pero es inaceptable que se parta de una soya con ese sabor tan invasivo.

Llega a la mesa un Martini de pepino ($145.00), tiene buen sabor, ginebra y chile con limón en polvo del que se lleva de lunch, en el borde de la copa, alguien debería probar un sutil sashimi con la lengua escaldada por este polvo, que es bueno para botanear, no para servir con comida.

La degustación abre con el Sushi cake hamachi ($255.00), es un pastel de arroz de sushi que es frito hasta que está crujiente y encima tiene hamachi, uno de los peces con mejor sabor, preparado con salsa picante y aguacate. Un gran acierto.

Por su parte el Sashimi de salmón ($207.00) está muy fresco, sin embargo la porción servida no es muy generosa.

El rollo Anguila especial ($136.00) tiene el arroz a buena temperatura y es de calidad razonable pero nada que no se encuentre en una de tantas cadenas de sushi.

La mayor decepción vino con el Black cod ($312.00). Es un pariente fresco del...

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