Superan mexicanos retos en el extranjero

AutorÁngel Villarino, Mónica Delgado, Yaotzin Botello, Luis Méndez y Rafael Mathus Ruiz

Romper la barrera del idioma, pagar un alquiler elevado, probar comida exótica y el clima extremo son adversidades a las que se enfrentan estudiantes nacionales en China, Alemania, Francia, Estados Unidos y España.

China: un difícil mundo de oportunidades

Ángel Villarino

Corresponsal

BEIJING.- Cerca de 12 mil kilómetros de distancia, un idioma con fama de imposible y la escasa información disponible, frenan a muchos alumnos mexicanos a decantarse por China.

No fue el caso de Teodoro R. Wendlandt, de 27 años y originario de Sonora, quien no dejó pasar la oportunidad de especializarse en uno de los mercados más prometedores del mundo y disfruta de una beca del gobierno chino.

"Después de acabar Economía y Finanzas en el Instituto Tecnológico de Sonora, hice una maestría en Incubación y Aceleración de Empresas. Me titulé en 2009 y entré a trabajar en la aduana de Nogales para la Secretaría de Hacienda", recuerda.

"Me llegó una carta diciendo que me habían dado una beca para estudiar en China que pedí tiempo atrás. Me fue difícil decidir, pero al final volé para hacer el doctorado en Administración Corporativa en el Instituto Tecnológico de Beijing".

Empezar una vida nueva en el Gigante Asiático no fue sencillo para él, especialmente por la barrera lingüística y por la extrañeza que causa sentirse lejos de casa en una habitación compartida con un estudiante pakistaní, dentro del campus universitario.

"Este es otro mundo. Es una experiencia motivadora que requiere un proceso de maduración. Los primeros seis meses el choque cultural fue muy fuerte, incluso, pensé que sobrevivir aquí sería difícil porque nadie me entendía y yo a ellos tampoco", platica.

Superadas las primeras dificultades y tras estudiar chino cinco meses, Teodoro se acostumbró a la vida en Beijing.

"Las clases de doctorado son en inglés y aprendí algo de chino para el idioma básico, ahora 'me defiendo' con eso", comenta.

"En realidad, creo que no es tan difícil si se estudia con mucha tenacidad".

La adaptación a la comida de la universidad y los restaurantes adyacentes fue una de las cosas más fáciles de superar.

De hecho, Teodoro asegura que apenas come otra cosa que no sean platillos chinos.

"Soy vegetariano y aquí encuentro muchas opciones para comer con arroz, fideos y verduras", indica.

La contaminación, el clima extremo de Beijing, con veranos calurosos e inviernos fríos, fuerosn otros retos que superó.

"Se seca la piel y la garganta en las noches. El año pasado, además, hubo tormentas de arena fuertes. El frío en invierno te cala hasta los huesos y no te dan ganas ni de salir del cuarto", añade.

Sugiere tener mentalidad abierta

Teodoro anima a dar el paso a quien se plantee viajar a China para enriquecer su educación, aunque advierte que es necesario mantener una constante actitud abierta para no frustrase.

"Hay que ser como niños chiquitos para no chocar con una manera de hacer las cosas que es distinta. Esto es un nuevo mundo y hay que ser positivos todo el tiempo".

También invita a estudiar el idioma pues, aunque muchos dicen que es difícil, se puede abordar con trabajo y disciplina.

Francia: dominar el idioma

Mónica Delgado

Corresponsal

PARÍS.- Además del plus académico que aporta un posgrado, estudiar en Francia es atractivo para los alumnos mexicanos por su vasta cultura.

"Cuando estaba en el último año de la licenciatura conocí la obra de un autor...

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