Empresa/ Supervisores y gerentes

AutorAlberto Barranco Chavarría

Dicho más claramente, si se ubicará con total nitidez la diferencia entre el objeto de una sociedad anónima y el objetivo social de la actividad gubernamental.

Vamos, entre la estricta función gerencial y la tarea de servicio público.

La paradoja del caso, por lo pronto, es la creación de una curiosa estructura administrativa sin parangón en ninguna empresa privada nacional o multinacional, en cuyo eje los gerentes se ubican por debajo de los supervisores, en una argamasa que necesariamente convoca al choque.

¿Se acuerda usted la violenta confrontación de personalidades entre los Secretarios de Hacienda y Crédito Público y Relaciones Exteriores del sexenio salinista, Pedro Aspe Armella y Fernando Solana Morales, y el coordinador de

Gabinete, José Córdoba Montoya, cuando éste exigía acordar con él en lugar del Presidente de la República?

El ejemplo más próximo al experimento foxista en que se involucran Coordinadores Sectoriales que engloban diversas dependencias públicas, así como oficinas de la Presidencia de la República para asuntos que son atendidos de suyo por Secretarías de Estado, se dio en el organigrama de Teléfonos de México durante el último tramo de su existencia como empresa públicas, es decir, en la administración del ex Gobernador del Estado de México, Alfredo Baranda.

A la par de los gerentes tradicionales de la entonces segunda paraestatal del país, existía un cuerpo de funcionarios bajo las órdenes directas de la Dirección General, cuya tarea era similar a la de los controladores de gestión del aparato público, es decir supervisaban el cumplimiento estricto de las políticas.

El organigrama, empero, lo justificaba el que unos fueran políticos y otros técnicos. Y como el manejo de la

empresa apuntaba a criterios de índole pública...

¿Qué pasará, por señalar un caso, cuando el Secretario de Salud se queje ante el coordinador económico de que el Secretario de Hacienda no le autorice la partida extraordinaria que reclama la culminación de tal o cual hospital?

¿Y qué pasará, desde otro ángulo, cuando algún proyecto de apuntalamiento de la micro, pequeña y mediana empresa no tenga un soporte de utilidades en la práctica? ¿Y bajo qué criterio, en tal caso, se medirá la tarea de Nacional Financiera, el Banco Nacional de Comercio Exterior y en general las intermediarias de desarrollo que sobrevivan?

¿Hasta dónde se estiraría el concepto de eficientismo de que llegan haciendo gala algunos funcionarios con nula trayectoria pública...

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