Tecnología al servicio de la salud

AutorAbel Vázquez

Enfundados en sus batas blancas, con guantes y tapabocas, futuros galenos aprenden a realizar procedimientos quirúrgicos con el apoyo de los últimos avances de la realidad virtual.

Instrumentos médicos en mano, los alumnos exploran el cuerpo humano por medio de representaciones computarizadas precisas de las partes que lo conforman antes de efectuar intervenciones a pacientes.

Antiguamente, los métodos de visualización no permitían ver con totalidad el impacto de los padecimientos en órganos y tejidos, indica Nayeli Martínez, directora del departamento de Ciencias Médicas Básicas del Tec de Monterrey en la región Ciudad de México.

Por ello, asegura que la introducción de nuevas herramientas y sistemas mecánicos han revolucionado la forma en la que los jóvenes se desenvuelven durante su formación académica, situación que los dota de confianza para diagnosticar y tratar enfermos.

Vianey Barona, jefa del Centro de Enseñanza por Simulación de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que en las últimas cuatro décadas se han incorporado diversas estrategias de estudio que parten de un mismo punto: la simulación.

Prácticas deliberadas en las que se emplean cabezas y torsos falsos, entre otros segmentos corporales, para que los estudiantes ensayen procedimientos básicos, como intubación, toma de muestras y colocación de sondas; visualizadores de realidad virtual, con los que se manipulan órganos y tejidos en tercera dimensión, y escenarios de crisis en quirófanos y salas de emergencia, son algunos ejemplos de las recreaciones que ejecutan.

"Se trata de imitar situaciones muy cercanas a la realidad de manera controlada y en la cual los participantes se sienten seguros porque saben que se pueden equivocar y no hay desenlaces fatales", precisa.

Al término de cada ejercicio, suelen llevarse a cabo sesiones de autorreflexión en las que se analiza el proceder de los médicos en formación y los maestros emiten recomendaciones sobre qué podrían hacer para mejorar la calidad de su atención.

"El estudiante que llega al área clínica ya tiene un entrenamiento previo con un simulador en el cual puede cometer errores, recibe retroalimentación de sus profesores y tiene entrenamiento personalizado sin el ruido de las ambulancias y las emergencias hospitalarias (...), todo su aprendizaje se da de una forma tranquila y repetida", comparte Angélica García, jefa del Centro de Simulación Médica de la Facultad Mexicana de Medicina de la Universidad La...

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