Teme AL impacto por ampliación de UE

AutorAlejandro Pairone

REFORMA/ Argentina

La reciente ampliación de la Unión Europea (UE), hacia el Este genera recelo en América Latina donde, aún con diferencias, los analistas esperan algunos beneficios a largo plazo, mientras otros advierten que en lo inmediato ocasionará perjuicios.

La mayor preocupación es que por ahora Latinoamérica será una región menos prioritaria para la Unión Europa.

Entre los problemas que se prevén a corto plazo están el desvío de inversiones hacia los nuevos socios de Europa del Este, traslado de maquilas hacia esas naciones y una reducción de los fondos de cooperación que Bruselas destina a los países latinoamericanos más pobres.

En el rubro de los beneficios, la coincidencia gira en torno a que, tras un proceso de reconversión de sus economías, los países del Este que se suman a la UE serán un mercado de 100 millones de personas donde se podrán colocar algunos productos latinoamericanos.

En el delicado rubro de las exportaciones agroalimentarias, empero, los analistas no se ponen de acuerdo. Mientras que en el Mercosur (próximo a cerrar un acuerdo con la UE) existe una perspectiva optimista, en los demás países de la región el panorama parece más oscuro.

Las visiones optimistas y pesimistas fueron expresadas a REFORMA por diplomáticos, sindicalistas, académicos, políticos y economistas de América Latina, quienes opinaron a nivel local y también dieron una perspectiva regional.

Desde el 1 de mayo, la UE incorporó como socios plenos a Chipre, la República Checa, Estonia, Letonia, Hungría, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia.

Lo negativo para América Latina reside en que se trata de países pequeños, con una renta mucho menor a la media europea, con trabajadores de bajos salarios, bien capacitados y con bajo nivel de sindicalización. Además, dos de esos países, Polonia y Hungría, son importantes productores agrícolas.

Uno de los temores primarios para algunos países de la región es que Bruselas reduzca los fondos de cooperación y destine ese dinero a disminuir el costo financiero que tendrá la ampliación comunitaria, sobre todo para minimizar las asimetrías en materia de desarrollo.

"Aquí existe temor de que Bolivia reciba menos ayuda de Europa, que privilegiará a sus nuevos socios. Es muy preocupante, porque son fundamentales para nuestro país. El 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) boliviano, unos 800 millones de dólares, proviene de la asistencia internacional, y la mitad de ella es europea", explicó a...

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