Templo Mayor

AutorF. Bartolomé

VAYA sorpresa con la que salió Manuel Espino en la apertura de las hostilidades, perdón... de las actividades del Consejo Nacional del PAN al pedir que se adelante la elección interna lo más posible, aunque todavía le quedan seis meses en el cargo.

PESE a que la gente de Germán Martínez -entre ellos César Nava- calificó la oferta de Espino como generosa, los malpensados afirman que, más que rendir la plaza, el dirigente albiazul intentó dar un madruguete.

Y ES QUE, si alguna oportunidad tiene el espinismo de evitar la derrota, es acortando los tiempos, para que Martínez y su equipo hagan campaña y generen los suficientes amarres para garantizarles no sólo el triunfo, sino el control del partido.

POR LO PRONTO, Espino se anotó dos puntos a su favor: le cambió el esquema a los calderonistas y atrajo -aunque quizá sea por última vez- los reflectores.

CUENTAN que el reciente escándalo de grabaciones telefónicas en el mundo futbolístico tiene más que preocupados a la profesora Elba Esther Gordillo, al boxeador profesional y político amateur Jorge Kahwagi y al "góber precioso", Mario Marín.

CON ESO de que al candidato del Panal -y dicen por ahí que también de Marín- a la alcaldía de la angelópolis, Roberto Ruiz Esparza, le da por grabar sus conversaciones, a los antes mencionados ya les entró el susto.

Y NO por la posibilidad de haber sido grabados, sino porque con el "exposé" de esta semana quedó claro que el ex capitán del equipo de la franja no tiene control sobre las cintas de audio que ha venido coleccionando.

¿PUES qué asuntos habrán tratado esos políticos con el ex futbolista, que los traen tan nerviosos? Es pregunta.

TODO un misterio digno...

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