TEMPLO MAYOR

AutorF. Bartolomé

A MENOS que cayera un meteorito en la esquina de Paseo de la Reforma e Insurgentes, esta semana quedará aprobada la reforma energética en el Senado.

Y MIENTRAS el PRI y el PAN se felicitan y el PRD se rasga las vestiduras, sigue sin quedar clara la verdadera dimensión del nuevo marco legal de la industria de los energéticos.

ES DECIR, ¿cuál será la realidad a la que se enfrentarán las empresas que se animen a tratar de pasar por la rendija que se abrió con esta reforma?

SEGURAMENTE lo primero que querrán saber es si sus actividades dependerán de la burocracia de Pemex, de la Sener o de algún otro invento legislativo; o si podrán aplicar sistemas basados en la productividad y no en el modelo "¿cuál es la prisa?".

LO SIGUIENTE es crucial: saber si las nuevas empresas que arriesguen su capital tendrán posibilidad de pelear con sus mejores armas... o si tendrán que cargar con la losa del sindicato petrolero y sus millonarias prebendas.

Y ÚLTIMA pero no menos importante: no parece que la competencia en el reformado sector energético vaya a ser muy pareja, ¿o a poco es muy sano tratar de meterle gol al árbitro?

ESOS pequeños misterios tendrán que resolverse en las leyes secundarias. Ahí se verá si la reforma es realmente de fondo... o de aguas someras.

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POR CIERTO en un momento del largo debate de ayer, el panista Jorge Luis Preciado se desapareció del salón de sesiones.

Y ES QUE andaba muy preocupado por la estrategia... pero de "El Piojo" Herrera.

EL COORDINADOR del PAN en el Senado se tomó un receso para sentarse a ver el partido que el América terminó ganándole al Toluca para llegar a la final.

CADA QUIEN sus prioridades.

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BIEN DICEN, el diablo se esconde en las leyes reglamentarias.

AHÍ ESTÁ el caso de la reforma...

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