La tercera acerera de EE.UU. en bancarrota

AutorRobert Guy Mathews

Redactor de The Wall Street Journal

Bethlehem Steel Corp. se acogió a la protección de las leyes de bancarrota y está adoptando una estrategia en cuatro frentes para acelerar su reestructuración.

La tercera siderúrgica de Estados Unidos, que asegura haber sufrido una parálisis a raíz de los bajos precios de las importaciones de acero y los altos costos laborales y de jubilación, solicitó el lunes la protección por bancarrota en un tribunal de Nueva York.

El presidente de Bethlehem, Robert S. Miller, que se unió a la compañía el mes pasado como un experto en reestructuraciones, dijo en una entrevista que planea buscar un socio para una fusión.

Miller también pretende vender activos, obtener la protección gubernamental e intentar negociar un nuevo contrato laboral. El ejecutivo insiste que cada uno de esos cuatro objetivos es crítico para la supervivencia de Bethlehem, si bien reconoce que la tarea está repleta de dificultades. "Es un difícil ejercicio de equilibrismo", afirmó.

Por otro lado, la empresa dio a conocer pérdidas por US$152,2 millones en el tercer trimestre, o US$1,25 por acción, comparado con una pérdida de US$34,8 millones, o US$0,34 la acción, hace un año. Además, las ventas cayeron un 17%, hasta los US$825,4 millones, desde los US$998,8 millones anteriores.

Los problemas de los fabricantes de acero como Bethlehem se profundizaron a partir de 1999, cuando una ola de importaciones baratas de acero llevó a los precios a sus mínimos históricos.

Bethlehem Steel fue una de las principales firmas en presentar sus quejas ante el gobierno estadounidense en busca de medidas anti-dumping contra las importaciones extranjeras. Entre los países de América Latina que comenzaron a exportar acero a Estados Unidos destacan Brasil, Venezuela, Argentina y México.

La compañía dijo que planea seguir trabajando con el gobierno de EE.UU. para remediar lo que considera como prácticas comerciales desleales, reducir el exceso de capacidad global de acero y fomentar la consolidación local del sector siderúrgico.

Bethlehem tiene un total de 74.000 jubilados y sólo 13.000 empleados activos. Miller calcula que los US$6.400 millones en pensiones tendrá un déficit de recursos de US$1.850 millones este año. "También tenemos una factura anual de US$300 millones por prestaciones médicas para todos nuestros empleados", dijo.

El asunto más espinoso consiste en abordar las asombrosas retribuciones por jubilación y prestaciones médicas, llamados costos heredados...

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