Tercia infalible

AutorAnaline Cedillo

Es habitual que lo primero que a uno le viene a la mente cuando se trata de planear un viaje a Perú sea la imagen de la magnífica Machu Picchu.

Sin embargo, a este país sudamericano le sobran atractivos arquitectónicos, históricos, gastronómicos y naturales para robarle a uno más de una semana de vacaciones.

Lo primero, hacerle frente a un intenso mal de altura -o soroche, como le dicen en tierras peruanas- es el precio que algunos viajeros deben pagar para disfrutar de los encantos de Cusco.

Situada a 3 mil 400 metros sobre el nivel del mar, para muchas personas esta ciudad andina es la puerta de entrada al Santuario Histórico de Machu Picchu.

Su historia y arquitectura invitan a quedarse al menos por una noche, antes de emprender el camino hacia el famosísimo sitio arqueológico.

Por sus callejones empedrados, hoy en día lo mismo pueden verse iglesias coloniales edificadas sobre antiguos vestigios incas y mujeres indígenas acompañadas de llamas, hoteles de lujo y una que otra boutique donde se venden prendas de lana de alpaca por varios miles de pesos.

A paso moderado (más vale hacerlo así para no quedarse sin aliento) cualquier visita debe comenzar en la Catedral de Cusco, justo en el corazón de la cuidad, frente a la Plaza de Armas. Desde allí, las caminatas llevan frente a pintorescas casonas y acogedores restaurantes ideales para rematar el recorrido, entre ellos Chicha o Papachos, ambos del prestigioso chef peruano Gastón Acurio.

Segundo, a sólo una hora de vuelo de Cusco se encuentra Arequipa, la segunda urbe más grande del país también conocida como la Ciudad Blanca, por sus edificaciones en piedra sillar.

Por su arquitectura barroca, el centro histórico forma parte del Patrimonio Mundial. Sin duda, la postal más deseada es la de la Catedral de Arequipa con el imponente volcán Misti, que junto con el pico nevado Ampato y el Chachani custodian la ciudad.

Este destino es muy popular para practicar actividades de naturaleza, entre ellas explorar la campiña y practicar avistamiento de aves en el Santuario Nacional Lagunas de Mejía.

Tercero y último, también a unos 50 minutos de vuelo desde Cusco, casi en la frontera con Bolivia, Puno es otro destino que promete conquistar a quienes buscan salirse de las rutas peruanas más conocidas.

La clave de esta expedición es el lago Titicaca, el más alto y navegable del mundo, considerado un sitio sagrado por los Incas.

Allí hay varias islas naturales y artificiales que pueden visitarse; entre...

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