Al Tercio / De pregones e impresos

AutorJosé Luis Ornelas

El cartel taurino es el majestuoso exordio para la corrida de toros. Su presencia en las puertas de la plaza y en todos los rincones de cualquier poblado en festividad, es imprescindible.

Pero sería hasta el año de 1737 en que se tiene memoria del primer cartel taurino impreso. Antes de éste el anuncio de la corrida en el pueblo se le encargaba a un pregonero que recorría las calles voceando los nombres de los valientes toreros que enfrentarían a los "torazos" de la ganadería vecina. El infeliz pregonero iba siempre rodeado de la chiquillería entre quienes le hacían eco de su taurino anuncio y otros, los que nunca faltan, que se encargaban de fastidiarlo. La gente del pueblo con entusiasmo desbordante abarrotaba la plaza al conjuro del festejo taurino, y el pregonero llevaba a casa una buena cantidad de monedas tras su extenuante labor.

Y así fue la costumbre hasta el año 37 del siglo XVIII cuando se imprimió en Madrid el primer cartel taurino que anunciaba las corridas a beneficio de los Reales Hospitales en la plaza de Dehesa de la Villa con ganada de Avila.

Se dice, a propósito de carteles, que a mediados del siglo pasado, en la intimidad de la huasteca potosina, un aprendiz de...

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