Tesoro dorado

AutorNayeli Estrada

De todos los animales divinos, la abeja indiscutiblemente es reina, motor etéreo de la vida y diversidad que nos rodea: tres de cada cuatro cultivos precisan de estos polinizadores.

"Las abejas hacen mucho trabajo, no solo relacionado a la producción de miel y los productos de la colmena; más del 80 por ciento de nuestros alimentos dependen de ellas.

"Si tenemos huertos cerca, sus frutos van a ser más grandes y hay un rendimiento mayor al 35 por ciento", detalla Sandra Corales, apicultora y fundadora de Abejas de Barrio.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el mapa nacional de la miel está integrado por más de 43 mil apicultores y cerca de dos millones de colmenas. México es el cuarto exportador mundial.

La abeja -Apis mellifera- se adapta a cualquier clima, asegura Sandra; sin embargo, el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera indica que la producción de miel se concentra en ocho estados. Destacan entre ellos, Yucatán, Campeche, Jalisco y Chiapas.

"Yucatán produce el 50 por ciento de la miel mexicana. Su diversidad de flora y abundancia de recursos, lo convierten en la mejor zona para la producción: tienen tres cosechas al año, mientras nosotros tenemos una", reconoce Corales.

HERENCIA MAYA

Los mayas son guardianes de las abejas meliponas y productores de miel mucho antes de la Conquista. Según las listas de tributo, 94 por ciento de los pueblos mayas pagaban a los españoles con miel y cera.

Fray Diego de Landa, en su "Relación de las cosas de Yucatán", dedicó una sección a las abejas meliponas, nativas de la Península.

"Hay dos castas de abejas y ambas son más pequeñas que las nuestras. Para castrarlas no hacen más que abrir la colmena y reventar con un palito estas vejiguitas y así corre la miel y sacan la cera cuando les parece", detalla el religioso en el capítulo "De las abejas y su miel y su cera".

EXPRESIÓN DEL TERRUÑO

Cada gota de miel es la "huella digital" no sólo de una región, sino de la colmena. La especie de abeja, las flores alrededor, la humedad, el clima, la temporada y su manejo, dan características únicas de color, aromas, sabores, cristalización y consistencia.

"La miel es néctar de las flores, secreciones de plantas o insectos, transformado por las abejas obreras. La abeja recibe el néctar en el buche melario y se lo da a otra que lo coloca en el hexágono para que pierda toda la humedad.

"Es importante respetar los procesos. Las abejas recubren de cera los hexágonos cuando la miel...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR