Tiempo de compensación

AutorRoberto Zamarripa

FOTOS: LUIS CASTILLO

De 2010 a 2014. De Sudáfrica a Brasil. Algo se mueve en el negocio del futbol profesional. Hace cinco años, por ejemplo, el peso de los gobernadores y por ende del presupuesto público en los equipos de futbol era importante. Hoy emprenden retirada. Igual las televisoras dominantes. Ahora modifican sus objetivos. Se desplazan a web y redes ante las competencias mediáticas.

Otro signo distintivo tenía que ver con el alejamiento del público de los estadios. Por el deficiente espectáculo, por el arrasamiento de la televisión que transmitía todos los partidos, pero también por la inseguridad en las calles. La violencia atenazaba a las plazas futboleras: Morelia de los Monarcas o Torreón de los Santos. Es memorable aquel juego, en agosto de 2011, justamente entre esos equipos, que fue interrumpido por una persecución a narcos cerca del estacionamiento del estadio coahuilense.

La inseguridad se comió al futbol en una plaza novicia, la de Ciudad Juárez, cuyo equipo, Indios, descendió a la Primera División A, muy a pesar de los esfuerzos de la Presidencia de la República por intentar retener al equipo en el máximo circuito, en el marco de la política de recuperación de la ciudad fronteriza tan golpeada por la narcoviolencia.

En abril de 2012, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) informó de un cambio, a la postre cosmético, en la organización de la competencia profesional.

Fue entonces presentada una nueva liga, denominada Premiere o Liga MX, que tuvo un patrocinio bancario millonario y que según el propósito renovaría la competición, incorporaría un Torneo de Copa, estimularía fuerzas básicas y cambiaría las expectativas de empresarios, televisoras y afición.

La motivación principal residía en los resultados de un diagnóstico que poco se divulgó, según el cual, los directivos del futbol admitían una crisis de la liga profesional expresada en lo que llamaban "humor social a la baja" y caída de afluencia a estadios con simultánea reducción de ratings televisivos. Los federativos concluían que había síntomas de corrupción en las finanzas y manejo de equipos.

Quisieron renovar, pero lo que se evidenciaba era la crisis de un espectáculo que impactaba en la mediocridad y en el negocio pingüe.

Ahora ya está Carlos Slim auspiciando dos equipos de Primera División y sus filiales; justamente los que fueron finalistas en el último torneo: León y Pachuca.

La presencia del hombre más rico de México, y de los mayores del mundo, plantaba cara a sus adversarios económicos de las telecomunicaciones que, a su vez, controlaban al futbol profesional: Televisa y TV Azteca. Olegario Vázquez Aldir, ajeno a las lides futbolísticas, es dueño del Querétaro, equipo que había quedado a la deriva junto con el naufragio de Oceanografía. El Grupo Imagen que representa también tiene un canal de televisión y en un futuro podría pasar los juegos de su equipo por una nueva señal.

No solamente hay una transición de dueños y de franquicias, sino que simultáneamente se modifica el entorno cultural del aficionado.

La competencia televisiva trastoca la competencia deportiva. Televisa y sus diferentes cadenas de televisión transmiten hoy un 64 por ciento de todos los partidos del futbol mexicano (incluyendo Liga MX, Copa MX y Ascenso MX). Además, cuentan con la exclusividad de...

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