Tlahuelilpan

AutorJorge Ricardo

FOTOS: EDGAR MEDEL

Tlahuelilpan.- Esa mañana todos hablaban con temblor y miedo. Habiéndose escapado de la muerte, susurraban. Habían vuelto a mirar la línea de la muerte: una zanja de tizne y tierra donde la noche anterior había explotado un ducto de gasolina. Más de un centenar de víctimas, una treintena heridos y decenas de desaparecidos.

Los sobrevivientes aseguran que fueron muchos más. Si hablaban de cómo se salvaron, reían. Una risa nerviosa, mezcla de alegría, espanto y pena por seguir vivos.

La tarde del viernes 18 de enero habían ido a recoger gasolina y habían visto huir cuerpos incendiados. A lo lejos, las chimeneas de una termoeléctrica. Más cerca, la alfalfa verde. Los cuerpos, ahí seguían, carbonizados, deformes, los huesos a la vista. Olor a gasolina y carne. Hombres y mujeres lloraban. Había soldados, peritos, periodistas, aunque se podía oír el aleteo de las garzas y las hélices de los drones en el aire. Parecía el final de una fiesta macabra, pero seguía la pesadilla en este municipio que significa "lugar donde se riegan las tierras".

Quién sabe cómo inició el incendio

Edmundo / Campesino

Llevábamos dos semanas sin gasolina. Ni en Progreso ni el Mixquiahuala ni en Ixmiquilpan había. Te ibas a formar y te conformabas con la poquita que te daban. Ese día yo duré seis horas formado en la gasolinería de Tlahuelilpan. Desde las nueve hasta las cuatro de la tarde, parado para que me tocara y ni llegó. Entonces mi esposa se vino de Tlahuelilpan. La mandé en combi y yo me fui a Tula a cargar. Ella vio cuando estaban los primeros ahí en la fuga en esta carretera que se llama San Primitivo-Teltipan, carretera de bandidos y matones. Entonces ella pasó por aquí y me habló por teléfono. Me dijo 'están regalando aquí la gasolina". Yo pensé: "Y yo de pendejo siete, seis horas aquí formado".

Llegué como a las cinco treinta aquí. O a las seis, y ahí estábamos. Había un chingo de gente, mil, 2 mil. Fácil unas 2 mil gentes. A lo mejor más, porque estaba toda llena la alfalfa. Había unos dos, tres kilómetros de camionetas, llegaba la cola hasta la curva. Llegué, pero no traje una cubeta. Anduve como escasos diez minutos intentando agarrar algo, pero no agarré nada y me fui a mi casa. Es que los otros ya venían preparados.

Quién sabe cómo inició el incendio.

También el pinche gobierno tuvo la culpa porque yo, si voy a echar agua para una milpa tengo que revisar las compuertas para que no se fugue porque ellos echaron la gasolina. Tenían que revisar todas las fugas y les valió madre a Pemex y lo echó. Ahora, el Gobierno tiene que investigar. Que no salga de nosotros, pero había dueños de esta toma. Que no se hagan pendejos, ellos saben quiénes son. No te puedo decir que fue fulano, ellos saben. Aquí todos los policías de la municipal, de la federal, de la estatal estaban pagados por los que mataron hace 15 días. Como les dieron cuartelazo, pusieron a otros que no sabían. Eso no nos corresponde a nosotros decirle, le corresponde a la autoridad saber de quién era la toma.

Aquí murió mucha gente. Gente que nunca ha sacado del ducto y ahora sacó y yo creo que ahí se quedó. Ya no voy a pasar en la madrugada por este camino porque van a espantar estos, estos sí van a...

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