Tolvanera / Alerta

AutorRoberto Zamarripa

La alerta empresarial sonó la semana pasada en Monterrey. Durante las ceremonias del 75 Aniversario de la Coparmex, los principales líderes del empresariado mexicano advirtieron sobre la falta de rumbo del país, exhortaron al presidente Vicente Fox a investirse de la energía que mostró cuando fue candidato, reclamaron cambios en la política laboral, pidieron hacer operativa la democracia, apelaron a la concreción de acuerdos.

La distancia verbal ratifica la polarización política. Pero en el fondo subyace una profunda decepción de quienes apoyaron y colaboraron para llevar a Vicente Fox a la Presidencia de la República.

Y su visión no está exenta de contradicciones. Aconsejan y reclaman a un Presidente que suponen encabeza un régimen que pretende modernizar al país. Oponen a Fox, en su lógica, a una amenaza populista que deberá borrarse del horizonte. Construyen simbólicamente un horrendo escenario, el del populismo, con el propósito de odiarlo, de despreciarlo y, evidentemente, evitarlo. La modernidad contra el populismo o la advertencia: ¡cuidado, todavía puede haber peores que Fox!

La premisa es engañosa porque el de Fox no ha resultado un régimen moderno sino que fortaleció resortes del pasado autoritario, y el azuzamiento de la amenaza del fantasma populista lo único que hará es fortalecer a las figuras políticas que suponen identificar con ese horroroso signo.

Lorenzo Servitje, en una de las intervenciones más aplaudidas, pidió al gobierno ya no renegociar los contratos colectivos de las empresas del gobierno.

"Tenemos que cuestionar por qué se renegocian los contratos colectivos de las empresas estatales y de gobierno a las que no hay que darles nada, absolutamente nada, al contrario, hay que quitarles... se necesita una posición enérgica para poner en orden a estos verdaderos parásitos de nuestra economía que tienen privilegios monstruosos; debemos ponerlos en evidencia ante el gran público", dijo Servitje.

El problema que tiene el gobierno de Fox es que nunca se propuso modernizar las relaciones laborales con los sindicatos de empresas gubernamentales o paraestatales. Por el contrario, hizo de esos grupos sus aliados.

La indefinición, sello de la administración foxista, promovió inicialmente dos líneas sindicales que estrepitosamente fracasaron. Por un lado, amenazó con perseguir a líderes sindicales petroleros que usaron los fondos públicos para actos facciosos y partidistas; por otro, pactó una alianza política con la dirigencia...

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