TOLVANERA / Apuntes

AutorRoberto Zamarripa

La fractura. El principal dato político es la fractura de la amalgama gobernante conocida como PRIAN.

El PRIAN surge de otra fractura política y social gestada en 1988 con la irrupción del cardenismo.

El sistema de partido único, herido de muerte, encontró entonces en el cogobierno con el PAN -tradicional opositor conservador y en pleno ascenso electoral- una manera de reconstituirse.

Durante 5 sexenios la hegemonía del prianismo dotó a México de una relativa estabilidad económica y política, un presidencialismo acotado por una pluralidad legislativa y alternancia en gubernaturas y en el mismo Ejecutivo federal, producto de sucesivas reformas electorales que institucionalizaron las contiendas y sus reglas.

México fue colocado como potencia económica mundial con el lastre de la creciente desigualdad que ha frenado el desarrollo. La elogiada estabilidad económica tuvo un altísimo costo social.

La gestión económica del PRIAN arrojó el crecimiento de pobreza extrema con la consecuente desarticulación de comunidades; primero por las migraciones masivas al norte del país y segundo por la entrega de jóvenes al negocio criminal de las drogas y la extorsión.

Los gobiernos del PRIAN fueron incapaces de controlar la violencia criminal derivada de los negocios ilícitos cobijados por autoridades gubernamentales.

El prianismo caminó con dos muletas: la corrupción y la impunidad. Desde el Fobaproa hasta el entronizamiento del chorizopower en los contratos de obra pública, la gestión económica del prianismo protegió intereses que ahora están en disputa.

El fracaso en 30 años en el atenuamiento de la desigualdad social, en la promoción de la competitividad económica, en el desarrollo de las regiones y en el logro de la cohesión y la concordia social han cobrado sus facturas. Un creciente descontento combinado desgarró las estructuras de poder del prianismo.

Lo que ahora estalla no es únicamente el descontento contra un gobierno (el de Peña Nieto) sino la acumulación de daños en tres décadas y cinco elecciones de desencanto.

El quiebre del panismo. Los panistas corren hacia distintos destinos: al PRI (Meade o Fox), Morena (Germán Martínez o Tatiana Clouthier), independientes (Margarita Zavala y Felipe Calderón). Y el líder del PAN, Ricardo Anaya, se fuga hacia...

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