TOLVANERA / Borondongo
| Autor | Roberto Zamarripa |
La primera elección del 2012 bosqueja el esquizofrénico escenario rumbo a las elecciones presidenciales del próximo año. Los políticos aparentan realizar enigmáticas jugadas de ajedrez pero terminan en burdas compras de fichas para el juego de baraja. Súbitamente las fronteras se borran, las camisetas se deslavan, los compromisos se deshonran y los principios se estiran más que un chicle.
Uno de los propósitos que buscan es controlar el mayor número de estados (gubernaturas) antes de que inicie formalmente la contienda presidencial del 2012. La distribución geopolítica de las gubernaturas marca un récord favorable al priismo que controla 19 de las 32 administraciones estatales. Y Guerrero es la primera pieza en disputa. Entre otras cosas, eso explica la pragmática alianza gobierno federal-gobierno de la Ciudad de México y sus membresías unidas de PAN-PRD, que pretende impedir un desequilibrio geopolítico.
La apuesta, que obviamente tiene empuje desde la residencia oficial de Los Pinos, es evitar que el PRI se haga de las seis gubernaturas en disputa (Coahuila, Nayarit y estado de México que pretende retener y Guerrero, Baja California Sur y Michoacán que pretende arrebatar al PRD), porque marcaría un total de 22 a su favor por 10 de azules y amarillos hacia finales del 2011.
Es por ello que se ha fortalecido no sólo una política de alianza electoral entre PAN y PRD para comicios locales, sino favorecimientos de uno y otro en entidades donde carezcan de fuerza, como en el caso de Guerrero donde la debilidad panista fue puesta al servicio del PRD y como, previsiblemente, ocurrirá en Coahuila, donde el perredismo se subordinará al PAN.
Hay, además, una gubernatura todavía no definida que es la de Hidalgo. La decisión está en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y una posible anulación de los comicios y la consecuente convocatoria a elecciones extraordinarias abriría la posibilidad de un triunfo opositor de una coalición PAN-PRD.
Por ello las candidaturas a gobernador, las campañas realizadas, la pelea en tribunales, los amagos y descontones, se inscriben en esta batalla por posicionar a partidos y coaliciones, y de ahí a precandidatos, rumbo a los comicios del 2012. Es decir, cuántos gobernadores están con Enrique Peña, cuántos con Manlio Fabio Beltrones, cuántos con Marcelo Ebrard, cuántos con Ernesto Cordero, cuántos con...
Así entonces, si Ángel Aguirre gana en Guerrero, la afectación principal será para el PRI que no...
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