TOLVANERA / Camino de Guanajuato

AutorRoberto Zamarripa

En la época de la pandemia Guanajuato ha despuntado como la entidad con mayores índices de violencia y de registro de homicidios dolosos. Converge la resistencia del denominado Cártel de Santa Rosa que lidera José Antonio Yépez, "El Marro", ante las detenciones y cercos del gobierno federal, el reacomodo de fuerzas delictivas que tratan de tomar posiciones, el incremento de extorsiones en la crítica situación económica que reduce ingresos de la población y de la reducción de las principales actividades productivas que han mandado al desempleo a decenas de miles de personas.

El Cártel de Santa Rosa ha incubado su fuerza criminal en dos décadas. Coincide su imperio con el gobierno de un solo signo. Guanajuato es gobernado por el PAN desde 1991. Tres generaciones de políticos y gobernantes han controlado los destinos de la entidad. Primero una casta de empresarios metidos a la política que tomaron el partido blanquiazul desplazando a los doctrinarios y luego tomaron el gobierno estatal, y el federal después. De Carlos Medina a Vicente Fox se instaló un modelo de gobierno que confrontó el agotamiento de los enclaves tradicionales de la entidad como la industria textil, curtidora y zapatera y la actividad agrícola tradicional junto con una gran migración interna y externa. El impulso a la industria automotriz y otras empresas generaron una nueva dinámica en la entidad.

La segunda generación fue de los políticos extremistas de mayor formación religiosa y partidista. Juan Manuel Oliva llegó al gobierno de Guanajuato a saborear las glorias del desarrollo económico pero también a ejercer un modo clientelar más parecido a los usos y costumbres del priismo que del panismo.

El modelo dorado guanajuatense comenzó a rechinar y también empezó a sucumbir ante los embates criminales y la connivencia de funcionarios que permitieron el crecimiento del robo de gasolina y la extorsión.

Los funcionarios del área de seguridad que hoy están en la administración iniciaron con Oliva, continuaron con Miguel Márquez y sobreviven en el gobierno actual.

La tercera generación de políticos si bien son los hijos de la bonanza...

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