Tolvanera / Naufragio

AutorRoberto Zamarripa

La falta de rumbo del PRD ha causado los efectos contrarios a su presunto cometido. Pretendían descarrilar al gobierno de Felipe Calderón, al que consideran ilegítimo, y a la postre lo han fortalecido. Querían desplazar al PRI del escenario político-electoral y lo han subvencionado con sus votantes y liderazgos.

El resultado es un gobierno que disfruta la pequeñez del perredismo y un priismo que revive al cosechar tranquilamente el descontento antipanista sembrado por el movimiento de Andrés Manuel López Obrador.

El PRD obtuvo en el 2006 la mayoría de votos en 16 entidades del país. Si las elecciones presidenciales de hace un año hubieran sido simultáneamente de renovación de gubernaturas, los perredistas gobernarían la mitad del país. Su mayoría electoral se instaló en el estado de México y en Veracruz, por mencionar a dos estados claves.

La manera como el PRD ha perdido esa influencia es impresionante. Conforme los datos publicados por el suplemento Enfoque (12/08/07), el desplome viene desde las elecciones de gobernador en Tabasco, inmediatas a los comicios presidenciales, donde el PRD pasó de 512 mil 743 votos a 358 mil 444. En mayo, pasado en los comicios de Yucatán, pasó de 125 mil 152 votos en el 2006 a sólo 22 mil 466 en este año. Poco más de 100 mil votos de un electorado que decidió cambiar al PAN en el gobierno y lo logró.

En Zacatecas, entidad que gobierna, el PRD cayó de 187 mil votos a 167 mil 745 y perdieron los principales ayuntamientos (la capital y Fresnillo). No necesitaron de mucha ayuda; solitos se desprendieron de sus votos.

En las elecciones de la semana pasada en Baja California y en Aguascalientes la suerte fue la misma. En el estado norteño pasó de 224 mil votos a 18 mil, mientras que en el territorio hidrocálido pasó de 89 mil 920 a 41 mil 910. En Oaxaca, donde debería mostrar una mayor fortaleza, pasó de 620 mil votos a 28 mil 292.

Los votos no son necesariamente ganados por el PAN porque ese partido también ha experimentado un desgaste que le lleva a estimar las pérdidas en un año en prácticamente 1 millón de votos.

El gran fortalecido es el PRI, que ha captado el voto que correspondía a las denominadas Redes Ciudadanas de la campaña lópezobradorista. El fenómeno de Yucatán es claro. Ahí, los personajes que salieron del PRI para apoyar al candidato tabasqueño en el 2006 regresaron para apoyar a la candidata Ivonne Ortega e inclinar la balanza en su favor.

Al PRD no sólo le despojaron los votos, los liderazgos...

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