TOLVANERA / Ya lo pasado, pasado...

AutorRoberto Zamarripa

José José (1948-2019) supo hacer éxito del infortunio y del maltrato y el abandono hizo una covacha compartida para millones de dolientes del amor. Gavilán o paloma, ingenuo charlatán, por medio siglo, José José con sus canciones irrumpe para cambiar temática, repartir llaves de las casas chicas y fracturar el idilio del romance. Donde caben tres, cabe un LP.

Para José Joaquín Blanco no podría entenderse la vida urbana de México sin José José, un cantante romántico que acabó con la inocencia de los años sesenta. "Aún adolescente y con una voz sentida y candorosa que lo dejaba libre de toda sospecha, José José empezó a cantarle ya no a 'Mi Novia Popotitos' ni a un 'Chico Ye-yé', sino a una -¡oh!- amante; y al oír las grabaciones originales se advierte que esa amante tenía que ser una mujer madura" (Un chavo bien helado. Crónica de los años 80. Editorial Era. 1990).

José José transforma la canción popular en medio de una década efervescente (como se contó en Roma de Cuarón); donde las familias mutan y reconocen sus conflictos. Con Julio Jaramillo el divorcio porque es pecado no te lo doy; con José José hay manera nomás aguántame. Con sus canciones se urbaniza a José Alfredo y ya el despecho no se canta a caballo sino en el pesero. Y para qué cantarle a mamá si ya andas saliendo con una de su edad. ("Es el amor lo que importa y no lo que diga la gente. Cuarenta y veinte, cuarenta y veinte").

José José es la canción de la desgracia y él es la desgracia hecha canción. Su primer éxito viene de una derrota. El Triste (1970), de Roberto Cantoral, entra a concurso internacional y queda en tercer lugar con la mayor ovación para el intérprete. Campeón sin corona, José José se desliza por el típico tramo de los mexicanos exitosos. Y a su vida disipada en el alcohol se le suma, antes de los 25 años, una neumonía que le condiciona una fragilidad física eterna y lo pone siempre en el punto límite para cantar.

Renace en 1978 y 1979 con Volcán ("Yo que fui tormenta, yo que fui tornado; Yo que fui volcán, soy un volcán apagado"); Lo pasado, pasado ("Pido un aplauso para el amor, que a mi ha llegado") y Lo que no fue no será, del hidrocálido Napoleón.

Sabia virtud de dosificar el hielo. En...

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