TOLVANERA / Paso redoblado

AutorRoberto Zamarripa

En el momento de mayor protagonismo castrense ocurre, con la detención del general Salvador Cienfuegos, señalado como "El Padrino" del narco, el mayor golpe a la credibilidad y la moral del Ejército. Golpe sordo, seco.

Las Fuerzas Armadas entraron directo al combate al narco en el sexenio de Miguel de la Madrid quien dijo ordenar esa participación pues "frente a ese enorme y complejo problema y los delitos o fenómenos delictuosos asociados pensaba que el Estado mexicano no contaba con la fuerza necesaria en el plano policiaco para contenerlos". ("El ejercicio de las facultades presidenciales" Porrúa. 1998).

Empero, su secretario de la Defensa, Juan Arévalo, quedó bajo sospecha en un sexenio donde despuntaron los creadores de los cárteles modernos como Ernesto Fonseca, Rafael Caro, Félix Gallardo o Juan Esparragoza.

Para Carlos Salinas en su sexenio el papel del Ejército se limitó a erradicar plantíos pues él se opuso a que los militares combatieran a las bandas de narcos pues eso competía legalmente a policías especializadas. "Además no podía soslayarse el riesgo de que los traficantes intentaran corromper a miembros del Ejército, institución fundamental para la salvaguarda de cualquier país". (Carlos Salinas. "México un paso difícil a la modernidad". 2000).

En ese sexenio el peso de los cárteles fue enorme con vínculos criminales de civiles, integrantes incluso del gabinete salinista.

En 1997, en el gobierno de Ernesto Zedillo, el general Jesús Gutiérrez Rebollo, zar antidrogas, fue enjuiciado por haber protegido al capo Amado Carrillo.

En 2002, en el foxismo, los generales Arturo Acosta y Francisco Quirós fueron juzgados por narcotráfico.

Desde entonces no se juzga en México a ningún general por narco. Ahora Estados Unidos pondrá a Cienfuegos, el secretario de Defensa de Enrique Peña, en el banquillo. Juzgará, como con García Luna, no a una persona sino a una política y lastimará a una institución.

La 4T alude a un cambio radical pero el Ejército no parece haber entrado ahí. El mazazo dado por Washington es una advertencia y una oportunidad.

"No es cierto que el Ejército, según la Constitución, no debe hacer nunca política. El Ejército debe, justamente, defender la Constitución, esto es, la forma legal del Estado, con las instituciones conexas. De allí que la llamada neutralidad significa solamente el apoyo a la parte más reaccionaria", escribió Antonio Gramsci. ("Notas sobre Maquiavelo. Sobre la política y el estado moderno").

La 4T que...

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