TOLVANERA / Residente

AutorRoberto Zamarripa

Residente, el rapero puertorriqueño, apeló a lo suyo: "El arte no se hizo para hacer historia o establecer récords. Estas no son las olimpiadas. Los números, los seguidores en Instagram, los views en YouTube, no definen el arte tampoco".

Y frente a aquellos que temen quedar fuera del playlist de Spotify o no vender los conminó a reentender: "En el arte no se puede tener miedo. Es la diferencia entre ser únicamente un negociante o ser un artista".

René Pérez Joglar, mejor conocido como Residente, tomó su cerveza de lata y brindó frente a la pantalla. Recién le entregaban virtualmente su Grammy 27 por "René" catalogada como la Mejor Canción del 2020.

La pieza es un doloroso autorretrato del artista.

"Estaba en México, el estadio esperándome, y yo no quería salir del hotel. Llamé a mami porque quería tirarme del balcón y no sabía por qué", tuiteó al explicar el origen de la canción.

No se tiró. Al día siguiente escribió la pieza hoy laureada y de una profunda depresión empujó un sentido.

"Estoy triste y me río/ el concierto está lleno/ pero yo estoy vacío/ En la industria de la música todo es mentira/ Mi hijo tiene que comer/ así que sigo de gira/ Solo me queda lo que tengo./ No sé pa' dónde voy/ pero sé de dónde vengo", dice.

"En la universidad de arte me becaron/ a la mitad de mis amigos los mataron/ Empecé a rapear de nuevo/ empecé a creer de nuevo./ Volví, saqué un disco/ me comí el mundo de un mordisco", rapea para luego renegar: "Me siento solo aquí/ Que no me importan las giras/ los discos, los Grammys/ Quiero volver a cuando no me dejaban entrar/ porque me vestía mal/ Quiero volver a sentir/ a cuando no tenía que fingir/ Yo, quiero volver a ser yo".

La canción introspectiva compuesta antes de la pandemia gravitó en espacio propicio con crisis convergentes que han hecho añicos a los modelos de la escuela y de trabajo, del contacto callejero, pero sobre todo han marcado la fragilidad de la vida; tiempo de incertidumbres y de búsqueda de identidades.

Hace 50 años, el 4 de noviembre de 1970, irrumpió el álbum The man who sold the world, de David Bowie. El título era el de una canción emblemática incluida en el disco aunque no necesariamente la que Bowie quería poner en un altar. Él deseaba nombrar su álbum...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR